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QR, sexta entidad más deforestada del país; pierde 57% de bosques
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Carpinteros durante una jornada laboral en el único centro maderero que existe en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, Quintana RooFoto Carlos Águila
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 5 de septiembre de 2015, p. 28

Cancún, QR.

El estado perdió 57.52 por ciento de bosques y selvas primarias en tres décadas, equivalentes a una superficie de un millón 725 mil 600 hectáreas, entre ambos ecosistemas ubicados en el sur de Quintana Roo, lo que convierte a la entidad en la sexta con más deforestación del país, según el Índice de Competitividad Forestal Estatal (Icofe).

Los bosques y selvas de los municipios de Lázaro Cárdenas, Othón P. Blanco –con cabecera municipal en Chetumal–, Tulum y José María Morelos han sido deforestados por las actividades inmobiliarias y condiciones climáticas.

El Icofe dijo en 2014 que la pérdida en suelo quintanarroense casi duplica el promedio nacional (30.89 por ciento), pero ubica al estado con el porcentaje más bajo del sureste del país.

La medición del estudio del Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco) indica que de 1976 a 1998, Yucatán tuvo el mayor daño, con 79.59 por ciento, por lo que ocupa el primer lugar nacional en deforestación, seguido de Colima con 70.73 por ciento, Campeche con 64.55, Distrito Federal con 59.73 y Tabasco con 58.68 por ciento.

La suma de la pérdida de bosques y selvas coloca a la península como la zona más devastada del país en cuanto a bosques y selvas en forma conjunta.

El Icofe también indica que la pérdida forestal y selvática en la entidad abre retos como la competencia potencial agropecuaria, así como el peligro de inundaciones y la poca superficie adecuada para forestación.

Pese a la pérdida de bosques, Quintana Roo ocupa el primer lugar en valor de servicios ambientales y terrenos forestales en recuperación. Según el Imco, los rezagos están en el acceso a infraestructura eléctrica y la falta de estudios forestales. Asimismo, el estado ocupa el lugar 13 en condición sociopolítica de bosques, en particular por el acceso de la población que trabaja en ellos.