La Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportó que la sangría a las reservas internacionales, debido a la política de subastar dólares para apuntalar al peso, ha sido de 8 mil 702 millones de dólares, e instó al gobierno federal y a la Cámara de Diputados a tomar medidas para mitigar la exposición de la economía nacional a la alta volatilidad de los mercados financieros y de hidrocarburos.

En el Análisis del Informe de Avance de Gestión Financiera 2015, entregado a la Cámara de Diputados, la ASF detalló el efecto que han tenido las principales variables de la economía nacional a partir de la caída de los precios del petróleo, la presión sobre el peso y el aumento de la deuda pública.

Para el órgano de fiscalización, un incremento en las tasas de interés de Estados Unidos constituye uno de los principales riesgos de corto plazo para México. De darse ese ajuste, intensificará la volatilidad financiera internacional por un periodo no definido, que incrementará el riesgo de salida de flujos de inversión de cartera privada y gubernamental, estimó.

Los primeros efectos serían una mayor presión al tipo de cambio y el aumento en el riesgo país que afectará las expectativas del mercado financiero nacional y será factor para la revisión al alza de la tasa de referencia del Banco de México, anticipó.

Otros riesgos son la apreciación del dólar, la incertidumbre sobre el desempeño de la economía y la moneda de China, la caída en la plataforma de producción de crudo y la persistencia de bajos precios de hidrocarburos.

Bajo esta perspectiva de riesgos se requiere reforzar los marcos macro prudenciales, y ante la incertidumbre sobre la recuperación de la producción y de los precios del petróleo, la ASF propuso fortalecer el ingreso público, que incluye robustecer la acumulación de recursos en los fondos de estabilización.

En la evaluación de la economía refirió que en los dos primeros trimestres del año se acentuó la caída de los ingresos petroleros, compensada por los tributarios. Mientras los ingresos por impuestos aumentaron 33.1 por ciento real, los petroleros cayeron 38.3 por ciento.