Nueva York.

Un juez anuló ayer la sanción de cuatro partidos que la NFL impuso a Tom Brady, mariscal de campo de Patriotas de Nueva Inglaterra, por su implicación en el escándalo de los balones desinflados la temporada pasada.

Richard M. Berman, magistrado del distrito de Nueva York, afirmó que el castigo contra Brady se basó en significativas deficiencias legales.

No precisó si el jugador es culpable o inocente, sólo criticó el proceso sancionador de la liga, de la que dice que lo trató de forma fundamentalmente injusta.

La decisión, que será recurrida por la NFL, supone que Brady podrá disputar el próximo jueves el primer partido de la temporada entre Patriotas, actual campeón, y Acereros de Pittsburgh.

En un comunicado, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, dijo que recurrirá la decisión para mantener la responsabilidad acordada colectivamente de proteger la integridad del juego.

La liga consideró en mayo pasado que la implicación de Brady en el escándalo suponía una conducta perjudicial para la integridad de la NFL, que sancionó también a su equipo, Nueva Inglaterra.

El organismo publicó entonces un informe de 243 páginas sobre la investigación iniciada al conocerse que los Pats desinflaron los balones utilizados en el partido que ganaron 45-7 a Colts de Indianápolis, el pasado 18 de enero.

El propietario de Nueva Inglaterra, Robert Kraft, celebró la decisión del juez y en un comunicado aseguró que Brady es una persona con clase y máxima integridad y que el castigo en contra fue injustificado y sin precedentes.