Inconformes afirman que se legaliza el control de los separatistas en Donietsk y Lugansk
Las reformas incluyen cambios para descentralizar el poder en beneficio de órganos locales
Martes 1º de septiembre de 2015, p. 29
Moscú.
Al menos un policía muerto y decenas de heridos, varios hospitalizados en estado grave, dejaron como saldo los disturbios que tuvieron lugar este lunes junto a la sede del Parlamento en Kiev, minutos después de que los diputados de la Rada por mayoría aprobaran las enmiendas a la Constitución de Ucrania, propuestas por el presidente del país eslavo, Petro Poroshenko.
Desde temprana hora, activistas del neonazi Sector de Derecha, del ultranacionalista Partido Libertad y de otros grupos radicales se dieron cita a las puertas de la Rada para protestar contra la reforma constitucional, que a su juicio legaliza el control que los separatistas ejercen de facto en los territorios de Donietsk y Lugansk que no reconocen la autoridad de Kiev.
Interpretan los inconformes que hay un artículo transitorio que concede a esos territorios un régimen especial de autogobierno
, lo que desmiente el gobierno de Poroshenko, cuya posición es que el estatus especial
de Donbas –como se conoce la cuenca minera del río Don en que se encuentran los territorios rebeldes del sur de Ucrania– deberá ser especificado en una ley adicional, se reconocerá sólo de modo temporal y estará sujeto al cumplimiento de ciertos requisitos.
Una vez adoptadas las enmiendas en primera instancia –que incluyen sólo cambios para descentralizar el poder en beneficio de los órganos locales, pero introducen en cada región la figura del prefecto
nombrado por Poroshenko para vigilar que se cumplan las leyes de Ucrania
–, se produjo un intento de tomar por asalto el recinto parlamentario que derivó en violentos enfrentamientos entre policías y manifestantes.
Un militante del Partido Libertad –ya detenido, al igual que cerca de una treintena de atacantes– lanzó una granada contra el cordón policial, mientras otros hicieron lo propio con bombas de humo, botellas y ladrillos, marcando el comienzo de lo que las agencias noticiosas calificaron de batalla campal en el centro de Kiev.
La votación de hoy, como último acto legislativo del periodo de sesiones en primavera-verano de la Rada, era necesaria para cumplir uno de los puntos acordados en la cumbre de Minsk, de febrero anterior, respecto de otorgar mayores facultades a los gobiernos de cada localidad.
Pero para que éstas y otras enmiendas constitucionales entren en vigor antes de que finalice 2015, aún hace falta que las aprueben, ya en el periodo de sesiones de otoño-invierno, dos tercios de los diputados ucranios.
A juzgar por los resultados de hoy –265 votaron en favor de los 300 diputados necesarios–, y por la reacción desmesurada de los grupos más radicales con escasa o ninguna representación parlamentaria, respaldados por las bancadas de Patria y del Partido Radical que votaron en contra y formalmente integran la coalición pro occidental que llevó al poder a Poroshenko, no será fácil alcanzar la mayoría calificada de dos tercios.
En tanto, el documento aprobado este lunes con el apoyo de 39 diputados más del mínimo requerido –115 del oficialista Bloque de Petro Poroshenko; 69 del Frente Popular; 38 del Bloque Opositor; 13 independientes; 14 de Voluntad del Pueblo; 11 de Renacimiento, y cinco de Autoayuda– confirma que la Rada está dividida, ya que incluso entre las fracciones que votaron en favor hay 116 legisladores que votaron en contra, se abstuvieron o no asistieron, aparte de los 40 miembros de las dos bancadas que rechazaron las enmiendas de manera unánime.
Para los que votaron sí, resumiendo las declaraciones a la prensa de sus principales portavoces, incluidos los representantes del Bloque Opositor, formado por políticos ligados en mayor o menor grado al anterior régimen, los cambios adoptados hoy mantienen abierta la puerta para seguir negociando un arreglo político al conflicto armado que, según estimaciones de organismos internacionales, en poco menos de año y medio lleva ya casi 7 mil muertos por ambos lados.
Para los líderes separatistas de Donietsk y Lugansk, son modificaciones insuficientes a la Constitución y, a la luz de los resultados de la votación en la Rada, no es claro cómo ni cuándo las autoridades de Kiev podrán atender otros compromisos adquiridos en Minsk, como la concesión de un estatus especial
a los territorios rebeldes y la celebración ahí de elecciones.
Y para Rusia, que insiste en que el gobierno de Ucrania debe negociar la reforma constitucional directamente con los separatistas, las enmiendas aprobadas hoy son una simulación del cumplimiento de los acuerdos de Minsk
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Por la noche, Poroshenko, en un mensaje a la nación transmitido por televisión, defendió las enmiendas a la Carta Magna y acusó al Kremlin de querer imponer una confederación con más de una decena de regiones ucranias más ligadas a Rusia que a Ucrania
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