Lunes 31 de agosto de 2015, p. 29
Morelia, Mich.
Este lunes rendirá su primero y último informe de gobierno Salvador Jara Guerrero, quien asumió el cargo tras la renuncia del priísta Fausto Vallejo Figueroa el 20 de junio de 2014. Recibió una administración en crisis, con cero recursos en arcas, deuda bancaria de 17 mil millones de pesos y una con proveedores y prestadores de servicios por más de 11 mil millones de pesos, y 5 mil millones de pesos que no se han pagado al sector educativo.
La actual administración se inició el 15 de febrero de 2012 y concluye el 31 de octubre de este año. Es un periodo corto, porque el Congreso local cambió las fechas a fin de empatar las elecciones federales con las estatales.
Jara Guerrero declaró hace unos días que en el periodo que gobernó pagó 4 mil millones de pesos a acreedores. La deuda de Michoacán ya no es una de las más altas del país, ahora es manejable, pero eso no quiere decir que la dejemos, hay que seguirla atendiendo
, afirmó.
Obras inconclusas
En materia de obras, el gobierno de Jara Guerrero sólo facilitó las realizadas por la administración federal como parte de los 250 compromisos del presidente Enrique Peña Nieto. Salvador Jara inauguró un hospital en Apatzingán y otro en Ciudad Hidalgo, pero no se han iniciado los trabajos de los hospitales Civil e Infantil de Morelia. Respecto de carreteras se terminó el libramiento norte, pero no comenzó a construir el sur.
Alcaldes perredistas y panistas aseguran que no les han entregado más de 300 millones de pesos de sus participaciones; constructores y otros prestadores de servicios exigen que se les paguen adeudos desde hace seis años.
En seguridad, el trabajo inconcluso del ex comisionado federal Alfredo Castillo propició el resurgimiento de grupos delictivos en las zonas Tierra Caliente, Costa y Sierra; además, conflictos provocaron el encarcelamiento de grupos de ex autodefensas y líderes como Cemeí Verdía y José Manuel Mireles. El ambiente se enrareció en Apatzingán, Tancítaro, Lázaro Cárdenas, Buenavista, Aguililla, Chinicuila y Aquila, donde supuestamente todo estaba bajo control.