Ante el plan de austeridad que anunció el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, el presidente de la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Eduardo Santillán, pidió a las autoridades capitalinas no permitir que se reduzcan o desaparezcan los fondos Metropolitano y de Capitalidad, mismos que, entre otros aspectos, refuerzan los programas de seguridad pública y recuperación de espacios públicos.

Indicó que incluso el Fondo Metropolitano debería convertirse en ley y no continuar como parte de los anexos del presupuesto, ya que uno de los primeros riesgos que tiene la ciudad ante escenarios de recesión es que desaparezcan los recursos de este fondo, así como el de Capitalidad, que constituyen recursos muy importantes para la ciudad

Asimismo, celebró la postura del gobierno capitalino de que no habrá aumento en tarifas e impuestos y mantendrá la política de recaudación, pues gracias a ésta somos la única entidad federativa en las mejores condiciones para enfrentar una recesión nacional por los importantes recursos fiscales de que dispone la ciudad.

Una política de austeridad debería dirigirse hacia una reducción presupuestal de entre 3 mil y 5 mil millones de pesos en el gasto que se destina a la ALDF y a los órganos autónomos.

Hay que revisar, sobre todo, el presupuesto del Instituto Electoral del Distrito Federal, tema en el que existe un discusión sobre la pesada carga presupuestal que significa.

De la misma forma, agregó el legislador, tendrían que desaparecer todo tipo de bonos y prestaciones en los órganos autónomos, pues tan solo en el Tribunal Electoral permanentemente hay discusiones sobre la compra de automóviles para funcionarios de alto nivel.

El legislador señaló que deben desaparecer también de todos los órganos autónomos los seguros médicos privados y se debe reconocer a los legisladores como trabajadores al servicio del Estado, ya que al no estar reconocidos no tienen acceso a toda la seguridad social que implican los servicios médicos y las prestaciones laborales a las que tienen derecho.

También pueden desaparecer fideicomisos, que podrían incorporarse a otras áreas de la ciudad, e incluso podría replantearse todo un rediseño de las dependencias públicas, puntualizó.