Los diputados electos del PRD a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal Raúl Flores García y Víctor Hugo Romo Guerra confirmaron su intención de contender por la coordinación del grupo parlamentario durante la reunión plenaria a la que convocó el comité estatal del partido para hoy sábado y en la que se prevé que también lo haga el ex delegado de Álvaro Obregón Leonel Luna Estrada.

En la convocatoria, aprobada por mayoría, se plantea el registro de fórmulas de coordinador y vicecoordinador al comienzo de la plenaria, que se realizará en un centro vacacional de Yautepec, Morelos; el proceso estará a cargo de la Comisión Electoral del CEN y considera la participación de legisladores electos de otro partido que manifiesten por escrito su intención de adherirse al grupo parlamentario.

Tanto Flores, presidente del PRD-DF, como Romo, ex delegado de Miguel Hidalgo, confiaron en que se llegará a un acuerdo que permita el registro de una planilla única.

En la reunión de la directiva perredista, el secretario general del partido, Enrique Vargas Anaya, de IDN, votó en contra al considerar precipitada la forma en que se convocó al comité y que faltó procesar temas para la plenaria, como una propuesta que defina la posibilidad de establecer acuerdos con Morena.

Llegamos a la asamblea pensando en construir acuerdos con el PAN y el PRI, sería desastroso para el partido, apuntó. Dijo que la corriente a la que pertenece no tiene definida una posición sobre quienes buscan coordinar al grupo parlamentario.

Romo se asumió como parte de los nuevos rostros que el partido requiere, abierto a los acuerdos y al diálogo; planteó como temas centrales la agenda de derechos y libertades, movilidad, procuración de justicia y prevención del delito, así como la calidad de los servicios.

Flores ofreció por su parte tender puentes en la bancada y con los demás partidos para la gobernabilidad de la ciudad y como una prioridad al arrancar los trabajos legislativos. Ante una posible reducción del presupuesto, planteó asegurar una eficiente gestión de los recursos y no descuidar el gasto social y de servicios. Otro será buscar un desarrollo ordenado de la ciudad, donde el uso de suelo no siga siendo tema de discordia entre los ciudadanos; acotar los intereses inmobiliarios que anteponen la vivienda de lujo al mercado social y cerrar brechas de incomprensión que se dan entre vecinos y autoridades.