Cancún, QR.

En el último momento, Trinidad y Tobago perdió ante Suiza la votación para ser la sede permanente de la Conferencia del Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA, por sus siglas en inglés), luego de que en la primera votación de la mañana Puerto España obtuviera 32 votos, Ginebra 21 y Viena 14.

Tras casi seis horas de cabildeo, en una segunda votación Suiza consiguió 35 votos y Trinidad y Tobago, país al que apoyaba México, se quedó con 32, con lo que se resolvió el primero de los tres temas a debate en esta primera conferencia de estados del TCA.

El asunto más delicado, relativo a los niveles de ‘‘transparencia’’ que deberán adoptar los países que han ratificado el convenio, sigue estancado, aunque se espera que este jueves, último día de la conferencia, se opte por una salida intermedia que aproxime las posiciones más distantes.

Respecto del financiamiento, se perfila el acuerdo de que éste sea proporcional, según las aportaciones de los países firmantes a Naciones Unidas.

Por cuanto a la transparencia, para las ONG ‘‘la recomendación de que un formato provisional sea adoptado por 12 meses ha sido recibida positivamente’’.

Anna Macdonald, directora del secretariado de Control Arms, con sede en Nueva York, advirtió que de no haber transparencia, los 10 años de trabajo para alcanzar un acuerdo ‘‘no servirán de nada; ese es el punto central de este acuerdo’’.

Macdonald destacó que ‘‘el tratado requiere que todo país entregue un reporte anual en el que informe hasta dónde ha cumplido con el mismo y que sea público, de otra forma nadie puede saber qué naciones cumplen (...) y cuáles buscan la forma de darle la vuelta’’.

A su vez, María Pía Devoto, directora de la Asociación de Política Pública de Argentina, convino en que ‘‘el problema de nuestra región (América Latina) es la triangulación en la compra y venta de armas pequeñas. Es muy poco probable que un tanque o un avión no se registre, pero estamos hablando del desvío de armas pequeñas, que es lo que nos preocupa’’.

A manera de ejemplo refirió ‘‘un caso famoso en Argentina de un cónsul que fue a verificar la empresa de una persona que estaba por adquirir armas y era una lavandería. A veces las cosas son tan sencillas como esa: verificar al comprador’’.

Por ello se ha propuesto también la creación de un padrón de intermediarios en el negocio de la compra y venta de armas, con el propósito ‘‘de evitar, como ha sucedido, que armas vendidas por Argentina a Paraguay terminen en manos de las pandillas en las favelas de Brasil. Aunque el primer intercambio comercial entre países fue legal, en algún momento hubo actos de corrupción que derivaron en el desvío de este armamento’’.

Las negociaciones continuaron hasta ayer por la noche. Mientras los países de América Latina presionan fuertemente por una transparencia total, naciones como Francia –uno de los principales países productores junto con China, Rusia o Estados Unidos– ha sugerido que los informes se hagan sólo entre gobiernos.