La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) denunció que han pasado 11 años sin que se haga justicia al niño Ismael Mondragón, quien falleció por negligencia médica al practicársele una intervención quirúrgica en el Hospital Infantil del Estado de Sonora, debido a un padecimiento conocido como craneosinostosis sagital (deformación del cráneo).

En conferencia de prensa, Édgar Mondragón Bustamante, padre del menor, señaló que la operación a su hijo de un año 11 meses de edad no la practicó un neurocirujano, sino un dentista especializado en cirugía maxilofacial, quien fragmentó su cráneo en 10 partes. Experimentó con él una neurocirugía cuando no tenía ninguna enfermedad que pusiera en riesgo su vida, sostuvo.

El 18 de diciembre de 2004 interpuso una denuncia por la muerte del menor. Aseveró que espera que en septiembre el juzgado tercero penal, con sede en Hermosillo, dicte una sentencia justa, apegada a derecho, en contra del doctor José Manuel Orozco Vázquez, quien –sostiene– es el responsable de la intervención, junto con un asistente.

“Esta persona no era médico adscrito al hospital. Estaba cubriendo las vacaciones del neurocirujano de cabecera. Con engaños nos propuso la cirugía fuera de la institución; no aceptamos e interpusimos una queja en la dirección del hospital por tratar de lucrar de manera particular con la enfermedad de mi hijo.

Acudimos a una consulta particular con un neurólogo pediatra, quien valoró a mi hijo y dijo que era candidato para colocarle distensores craneales. Nos recomendó a un médico que también trabajaba dentro del hospital infantil, y resultó ser Orozco.

Mondragón Bustamante consiguió los videos de la cirugía, los cuales subió al canal YouTube. En las imágenes, comentó, se observa la negligencia médica.

El director ejecutivo de la Redim, Juan Martín Pérez García, acompañado por Alma Meneses, aseguró que este caso evidencia la falta de mecanismos efectivos para el acompañamiento y defensa de las víctimas y la falta de acceso eficaz a la justicia.