El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) se ha desdibujado, lo han achicado en todos los terrenos y ha dejado de ser el soporte fundamental de Pemex, se quieren privatizar sus servicios e incluso de manera inverosímil ahora se ha presentado como argumento para justificar la desnacionalización del crudo y la falta de capacidad tecnológica para desarrollar la industria nacional, cuando existe el capital humano para hacerlo.

A toda costa desea justificar la entrada de capital extranjero, así como la contratación de empresas privadas internacionales en materia de investigación petrolera y se quiere hacer a un lado a los técnicos mexicanos, a los investigadores y a los trabajadores del sector petrolero.

Un análisis titulado El IMP a 50 años de distancia; origen es destino, elaborado por el secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores Técnicos y Profesionistas del del Instituto Mexicano del Petróleo, Francisco de Jesús Arroyo, detalla lo anterior en el documento que fue elaborado a propósito de que el organismo cumplió medio siglo.

El informe detalla que ha quedado demostrado el desinterés de los pasados gobiernos por fortalecer las capacidades científicas y tecnológicas nacionales en materia petrolera. Esto es porque cada administración ha movido a su antojo los objetivos del instituto, donde se pasó del impulso nacionalista, al abandono total de la investigación petrolera.

De acuerdo con el documento, a partir de los años 80, vino la política del abandono, con la cual Pemex dejó de pagar al instituto una cantidad mensual fija y lo empezó a tratar como un proveedor más; la paraestatal desdeñó los proyectos de investigación científica y de desarrollo tecnológico, con severas consecuencias de largo plazo para el organismo, la petrolera y, peor aún, para México.

Al inicio de la década de los 90, Pemex dejó de financiar sus actividades de investigación científica, con lo que el IMP acabó por resquebrajarse, ya que fue obligado a competir directamente contra empresas extranjeras y aceptó el papel de maquiladora de investigación aplicada y básica.

El reporte detalla que con la desnacionalización del petróleo, que abrió la puerta para que las trasnacionales se queden con los negocios más rentables de la industria de los hidrocarburos, bajo el insuficiente y antipatriótico argumento de que ellas son las que saben y ponen el conocimiento y la tecnología que Pemex y el IMP no pueden hacer.

La investigación apunta que en el pasado en el sindicato de los trabajadores del instituto también se han dado prácticas que han afectado a la institución, como corrupción, tráfico de influencias, soborno, uso privado de bienes del gremio y venta de plazas, entre otros.

El dirigente Arroyo Carrillo llamó a la base trabajadora a rescatar al instituto y a su sindicato. Sostuvo que es paradójico que mientras se busca crear una nueva industria petrolera, el IMP esté relegado a comportarse y competir como un organismo privado de investigación que se tiene que buscar su propio financiamiento, como si fuera empresa particular, cuando su misión es sacar al país adelante del atraso científico y tecnológico en materia de hidrocarburos, y esto lo puede hacer a pesar de que el organismo esté maltrecho y olvidado de la política pública petrolera.