La curiosidad por conocer más sobre el creador de la Gioconda y de La última cena atrajo a 10 mil 80 visitantes este domingo a la exposición Leonardo da Vinci y la idea de la belleza, en el Museo del Palacio de Bellas Artes. Más de 300 personas se quedaron sin boleto para apreciar el trabajo del genio del Renacimiento.

Entre los jóvenes que lograron los últimos boletos del domingo se encontraban Lizeth M. Rojano y Édgar Salas, de Puebla, quienes asistieron al recinto para ver los dibujos de Da Vinci.

La mayoría de la gente que obtuvo un boleto para entrar al recinto, donde también se presenta la exposición Miguel Ángel Buonarroti: un artista entre dos mundos, expresaba que su mayor motivación para esperar durante varias horas en las largas filas era admirar las pinturas originales de Leonardo da Vinci.

Sara, de 25 años, dijo que su interés por Leonardo se enfoca en conocer su tipo de arte; mientras una mujer que se encontraba en la fila preguntaba si todas las obras de la exposición eran originales.

El señor Raymundo Rivera, de 76 años, quien ya no alcanzó boletos para este domingo, indicó que regresará el martes al museo porque le gustan las esculturas que realizó Buonarroti, aunque le hubiera gustado también ver las obras de Da Vinci.

Ante la demanda de visitantes que se registró en el maratón de 72 horas para despedir al renacentista, el director del Museo del Palacio de Bellas Artes, Miguel Fernández Félix, precisó que su prioridad y reto en la doble exposición ha sido atender a todos los visitantes y que tengan una grata experiencia; después viene el número y el conteo. Lo he dicho hasta el cansancio: no nos interesa contar el público que nos visita.

El funcionario precisó que su principal interés es la experiencia de los visitantes, sobre todo porque la mayoría del público son niños y jóvenes. Al ver la respuesta de la gente, Fernández sostuvo que para el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional de Bellas Artes y el museo ha sido fundamental acercar este tipo de exposiciones a la mayor cantidad de público.

Explicó que la capacidad de 220 personas que ingresan cada media hora obedece a cuestiones de conservación y de disfrute de las obras.

Afirmó que los boletos se agotaron este domingo desde temprana hora, porque así quiso el público. Hubo gente que llegó desde las tres de la mañana y otros a las ocho; la demanda fue tal que hubo personas que no entraron por respeto a la gente que estuvo formada, no porque no quisiéramos.

Para aligerar la espera se presentaron espectáculos artísticos en la explanada del Palacio de Bellas ArtesFoto Marco Peláez

Sobre la reventa de boletos, Fernández expresó que nadie está de acuerdo con esa situación y que trataron de que no sucediera. Entregamos las cortesías del domingo de manera personal, señaló.

Sara Esther, maestra de secundaria, quien también estudia pintura, al ver cómo la gente se retiraba por no alcanzar boletos de ingreso comentó a La Jornada que muchos niños se van desilusionados un día antes de regresar a clases, pues sólo querían conocer al científico de la era moderna.

El pueblo mexicano se interesa por el arte; deberían ampliar la exposición, señaló.

Para Sara Esther, la exposición de Da Vinci significa un acto único, porque sabe que probablemente no volverá a tener la oportunidad de ver en México las obras del renacentista italiano.

Las nuevas generaciones sí se interesan por la cultura; los organizadores deberían preocuparse por toda esta gente. Vienen niños, adultos mayores, señores en silla de ruedas; no es justo, indicó la maestra.

Ayer, último domingo de la exposición de Leonardo da Vinci, el reporte de afluencia hasta las 16:20 horas fue de 282 mil 135 personas, de las cuales unas 27 mil ingresaron en las primeras 57 horas del maratón que durará 72.

Fue una jornada de contrastes: por un lado estaban las miles de personas contentas porque verían el trabajo del pintor, científico, ingeniero y arquitecto italiano, y por otro, los rostros de tristeza y desilusión de quienes no entraron a las exposiciones, pero esperan al menos regresar a ver el talento de Buonarroti, cuya muestra concluirá el 27 de septiembre.

Una encuesta que se realizó el viernes pasado arrojó que 57 por ciento de los visitantes son mujeres y el resto, hombres.

Del Distrito Federal y del área metropolitana proceden 67 por ciento y 5 por ciento es público internacional. Sobre cómo se enteraron de las muestras de Da Vinci y Buonarroti, 35 por ciento lo hizo mediante televisión.

Las razones por las cuales visitaron la exposición son: 34 por ciento por placer, 27 por ciento para aprender algo nuevo y 10 por ciento para acompañar a alguien.