México tiene enormes retos en materia de salud, principalmente enfrentar el avance de enfermedades crónico degenerativas y, a la par, la carencia de médicos generales y especialistas.

Ricardo León Bórquez, presidente de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (Afem), resaltó la necesidad de que los estudiantes de esta disciplina, especialmente los que tienen mejor rendimiento académico, sean líderes de la transformación y cambio de los sistemas de salud y de la educación médica en el país.

Ayer, el Instituto Científico Pfizer, la Afem y la Academia Nacional de Medicina (ANM), entregaron, como cada año desde 2008, reconocimientos a 65 estudiantes de medicina de universidades públicas y privadas por su desempeño académico.

En la ceremonia, Alfredo Chi Chan, director médico de Pfizer México, recordó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomienda que haya 3.2 médicos generales por cada mil habitantes, pero en México sólo existen 2.2.

En cuanto a especialistas, comentó que la sugerencia es que haya 1.78 por cada mil habitantes, sin embargo en el país hay sólo 1.2, lo que significa un déficit aproximado de 68 mil.

Expuso que pese a la necesidad de contar con al menos 25 mil médicos con especialidad cada año sólo hay aproximadamente 7 mil lugares para estas residencias, con lo cual tendrían que pasar nueve años para alcanzar el número suficiente.

Ejemplificó que en México sólo hay 400 geriatras para una población de 10 millones de adultos mayores, que representan nueve por ciento de la población total; existen mil 200 oncólogos, pese a que todos los tipos de cáncer significan la tercera causa de muerte con 80 mil pacientes anuales y en ese mismo periodo se detectan 120 mil casos nuevos.

Asimismo, los nefrólogos suman apenas 800 y se requiere atender a 9 millones de mexicanos con deficiencia renal crónica, de los cuales 129 mil están graves con algún tipo de diálisis o hemodiálisis.

En la ANM, León Bórquez resaltó el perfil que debe tener un buen especialista en medicina y los aspectos que denotan lo contrario. Hizo hincapié en el respeto al código ético y comentó que un galeno que deja de estudiar es un mal médico, mientras que el que no enseña, no explica y no investiga comete graves faltas de ética de la profesión.

Resaltó que el galeno debe atender de forma integral a sus pacientes y aprender de sus errores.

Chi Chan añadió que la comunicación humana y empatía son fundamentales en la relación médico-paciente: “Nunca ignoren a sus enfermos, que sean el centro de su actuar; no usen Whatsapp para hablar con ellos”.