La falta de sensibilidad y espacios específicos para atender y alojar a la población migrante y refugiada LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) que viene de Centroamérica, forma parte de los desafíos que debe afrontar en su tránsito por México, afirmó Anya Victoria, del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur México), durante su participación en la tercera Semana de la Migración. Género y Migración, que se realiza en la Universidad Iberoamericana (Uia).

En la conferencia ¿Cuáles son las particularidades de la migración de las personas de la comunidad LGBTI?, señaló que frecuentemente hay falta de sensibilidad y capacitación de algunos funcionarios públicos que tienen la obligación de brindarles protección.

Otro de los problemas importantes, destacó, es la falta de lugares adecuados para brindarles alojamiento dentro de los albergues para indocumentados o en estaciones migratorias, ya que generalmente hay espacios únicamente para hombres o mujeres.

Además, dijo, “hay pocos espacios para alojar a la población que tiene necesidades específicas, como niños y niñas, o personas que han sido víctimas de violencia sexual o de género. Igualmente, la población LGBTI tiene necesidades particulares, por lo que debería acceder a un lugar especial que generalmente no existe.

Desde la organización hemos documentado muchas situaciones: hay personas que reciben buen trato de las autoridades y son referidas o canalizadas a servicios adecuados, médicos y sicosociales, destacó la funcionaria de la Unidad de Protección de la Acnur.