Aguascalientes, Ags.

Una testigo de los hechos violentos en los que un joven de 22 años fue golpeado por los jugadores Luis Antonio Gorocito y Alejandro Molina –del Necaxa de la Liga de Ascenso–, aseguró que no fue una riña, sino una agresión de los futbolistas contra varios parroquianos.

La directiva del Necaxa, tras condenar el hecho ocurrido cerca de las 2:30 horas del domingo, indicó que si hay responsabilidad, los jugadores tendrán que asumir las consecuencias; no obstante, señaló que tiene la versión de que fue una riña.

Luis Rodolfo Mariscal López, el agredido, se encuentra en terapia intensiva en el hospital Hidalgo, luego de sufrir tres fracturas de cráneo y haber sido intervenido en dos ocasiones durante la mañana del domingo. Su estado de salud es crítico.

De acuerdo con Juana María Pérez, amiga de los afectados, los hermanos Roberto y Eduardo Alderete Martínez salieron bailando del bar La Cantinita, acompañados de Luis Rodolfo Mariscal López y Susan López rumbo a su vehículo, por lo que ambos jugadores se burlaron de ellos.

Agregó que los futbolistas comenzaron a faltar el respeto a la joven al decirle mamacita y otras expresiones, por lo que Roberto Alderete les pidió que le bajaran, y sólo por eso el más alto (Gorocito/1.93 metros) se bajó de su BMW y le dio un golpe en el rostro.

Los jugadores luego golpearon a los otros jóvenes e incluso a Susan, y cuando se daban a la fuga fueron detenidos y remitidos por los actos cometidos.

La Jornada logró conocer que la directiva del Necaxa buscó al padre de Mariscal López para conseguir un arreglo y no difundir los hechos. No obstante, ya tuvieron repercusión internacional, por lo que club se vio obligado a emitir un comunicado en el que asegura que no tolerará la violencia dentro y fuera de las canchas y que sancionará a los jugadores.