El llamado que un día antes formuló la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, de asumir un mayor compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, debe tomarse en cuenta, ya que en México no hay avance en esas materias que tienen que ver con el combate a la corrupción, advirtió el senador Alejandro Encinas.

Comentó que en el registro de 175 países que lleva a cabo Transparencia Internacional, México se ubica en el lugar 103 y Chile en el 21. Hay que cuestionarse cómo esa nación, que tomó la experiencia de nuestro país para diseñar sus políticas públicas en materia de combate a la corrupción, se ha convertido en uno de los países más vigorosos en la lucha contra ese flagelo, recalcó.

Responsable del tema en su bancada y participante por ello en las negociaciones de las reformas constitucionales sobre acceso a la información y protección de datos y combate a la corrupción, consideró fundamental que en el próximo periodo de sesiones se aprueben las leyes secundarias en esas materias.

Resaltó que México se encuentra por debajo de sus principales socios y competidores económicos, 82 posiciones por debajo de Chile y 34 lugares después de Brasil, según los registros de Transparencia Internacional, lo que se traduce en una importante brecha con las principales economías con las que comercia y compite.

Pobreza y marginación

Agregó que México sigue siendo el país de la OCDE con la puntuación más baja, por lo que es urgente, en materia legislativa, garantizar la articulación del Sistema Nacional Anticorrupción con un auténtico modelo de fiscalización y control, incorporar el blindaje electoral y el tránsito hacia el parlamento abierto. Todo ello de la mano de mejoras en las políticas de desarrollo nacional que saquen a México de la pobreza y la marginación.

A su juicio, el éxito de Chile con ese modelo se debe a que se creó un Consejo para la Transparencia, al que se definió como una corporación autónoma de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio.

Aunado a ello, en México tuvieron que elaborarse leyes secundarias para poder aplicarlas en las entidades, mientras en Chile, desde su diseño, crea una ley armonizada bajo el esquema de un estado unitario, por tanto, los resultados obtenidos fueron distintos. Situación que Chile aprovechó para despuntar en todas las áreas, permitiendo un desarrollo nacional constante.