l director general de Pemex nos informa ( El Financiero, viernes 14 de agosto) que para 2018 la producción de petróleo ascenderá a 3 millones de barriles diarios, y habrá otros aumentos. Lo mismo dijo el Presidente al principio de su sexenio. El único problema es que la realidad va en el sentido contrario.
Estamos casi a la mitad del sexenio y la producción del crudo cayó de 2.598 millones de barriles diarios en 2012, último año anterior al sexenio, a 2.262 en 2015, que Pemex incluye los primeros seis meses. Bajó 336 mil barriles diarios, 11 por ciento.
Esto se suma a la baja del precio del petróleo. El viernes 14 el precio promedio de Pemex fue de 39.69 dólares. En los años 2011 y 2012 los precios promedio fueron superiores a 100 dólares, y en cinco meses de 2013, también. Todavía en 2014 el promedio fue de 86 dólares.
Esto da idea del tamaño del desplome del precio. Esto reduce el atractivo para las trasnacionales y el gobierno, en vez de recordar que el país creció con su producción general y con su producción petrolera durante décadas con Pemex directamente, da preferencia a las trasnacionales, les da más y más ventajas, y no toma en cuenta que las zonas con trasnacionales en el país son la que tienen más caída en la producción.
Con el desastre que ha causado esta administración, hace todavía más imposibles los 3 millones de barriles diarios para 2018. La producción está bajando, y con ellos en el gobierno, más.
Las bajas de petróleo son muy generalizadas, no sólo aquí. El último empujón que recibieron fue un acuerdo de Suiza suprimiendo el castigo petrolero a Irán, y se esperan otros, como resultado del acuerdo, ya conocido, que facilita el aumento de exportación petrolera de este país.
Hay algo en lo que sí tiene aumento Pemex: en accidentes.
El índice de frecuencia de los accidentes en Pemex se disparó 73.2 por ciento en el segundo trimestre de 2015. En el periodo abril-junio de 2015 hubo 0.52 accidentes incapacitantes por cada millón de horas hombre de exposición. En el mismo periodo de 2014, el índice era de 0.30 accidentes, lo cual implica el porcentaje mencionado.
Además, el índice de gravedad, que se mide en días perdidos por cada millón de horas hombre trabajadas, pasó de 18 a 29 en los segundos trimestres de 2014 y 2015. Esto último implica un crecimiento de 59.1 por ciento.
El primero de abril de 2015 se registró una explosión en la plataforma de proceso Abkatún-A Permanente, en el Golfo de México. Como resultado, siete personas fallecieron y 45 resultaron heridas.
Por este incidente la producción petrolera tuvo una baja a pesar de que Pemex inició trabajos para recuperar el volumen perdido.
Aún faltan 20 mil barriles diarios de crudo por reponer, señaló Pemex.
Posteriormente a este evento, el 5 de mayo de 2015 falló una de las piernas de la plataforma autoelevable de mantenimiento de pozos Troll Solution, de la compañía prestadora de servicios Typhoon Offshore Services, al intentar posicionarse en la plataforma Caan-A, en la sonda de Campeche.
El incidente no afectó la producción de hidrocarburos, pero dos trabajadores fallecieron y uno más resultó herido.
En cambio ya hemos mencionado más en detalle, el 2 de agosto, la baja en la producción de hidrocarburos y de crudo, y de gas en particular, la reducción en la perforación de pozos en 30 por ciento, la reducción en la exploración sísmica en 70 y 85 por ciento, la falsificación en la producción del gas natural y la reducción de las reservas probadas de hidrocarburo.
¿Cuántos ofrecimientos y promesas, como el mencionado al principio, se necesitan para tratar de ocultar este desastre?