En un entorno global verdaderamente complicado, caracterizado por la desaceleración económica y la volatilidad financiera, el mejor blindaje para el país consiste en actuar con responsabilidad y concretar las reformas estructurales, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto.

Junto a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, estuvo ayer en un foro de negocios como parte de la visita de Estado a México de la mandataria sudamericana.

Bachelet definió a México como un aliado estratégico, y planteó entonces dar el paso adelante que complemente nuestro avance y abra nuevas oportunidades.

Peña Nieto se refirió a la previsión de crecimiento menor al esperado en otras naciones y en otras regiones, y subrayó su compromiso de hacer de los cambios legislativos impulsados en su administración la mejor forma de sortear los escenarios adversos que el mundo nos está presentando.

México, dijo, ha hecho reformas que se habían postergado por varias décadas, se consolidó políticamente, tiene una de las economías más abiertas del mundo y ha potenciado sus ventajas competitivas para atraer más inversiones.

“Esa –precisó enseguida– es la ruta que claramente la historia nos enseña. No hay otra. Si realmente queremos encontrar consolidación en la estabilidad de nuestras economías, en potenciar nuestras fortalezas”, será precisamente en las reformas.

Todo ello, agregó, con el fin de lograr crecimiento, estabilidad y mayores oportunidades para la sociedad de cada país. Así lo visualizamos; esta es la óptica compartida... y es en favor de ello que estamos trabajando.

De acuerdo con Peña Nieto, más allá de quienes aprecien o no la riqueza, dimensión y relevancia de estas reformas y políticas que seguimos ambos gobiernos, estamos convencidos en México y en su gobierno que es la mejor forma de potenciar nuestras capacidades y de hacerle frente a escenarios adversos.

Como integrantes los dos países de la Alianza del Pacífico –junto con Colombia y Perú–, el Presidente remarcó las afinidades con Chile en valores, interesados en el desarrollo y progreso de sus sociedades. En suma, dos naciones hermanas.

Además, ambos tienen desde hace hace 16 años un tratado comercial y un acuerdo de asociación estratégica y sus términos de intercambio comercial de 3 mil 800 millones de dólares.

Frente a tales condiciones, Bachelet apuntó: quiero reafirmar aquí nuestro interés en el mercado mexicano, tanto por su presencia actual como por su potencial que lo coloca entre los más importantes del mundo.

Constituye además, dijo, un importante mercado-destino para pequeñas y medianas empresas, y en materia de inversiones hay también un camino importante que merece ser destacado.

Como lo ha reiterado Peña Nieto, Bachelet puso de relieve a las inversiones privadas, por su aporte a la generación de empleos y la posibilidad de construir encadenamientos productivos.

Ella también se refirió a las turbulencias financieras y a las predicciones del Fondo Monetario Internacional sobre menos crecimiento. Y si bien el comercio internacional podría retomar la senda del crecimiento, “es muy probable que ya no tenga la fuerza de los años de auge de los commodities... esto nos exige mayor productividad y más valor de las exportaciones”.

Y en esto, concluyó, el Estado y el sector privado se necesitan mutuamente.