l 4 de julio de 2015 se comunicó que el proceso de basificación de 8 mil 800 trabajadores de la Secretaría de Salud del Distrito Federal se iniciará el 1º de enero de 2016 de manera fraccionada: respetando antigüedad. El acuerdo fue alcanzado con Miguel Ángel Vázquez, director general de Administración Pública (Oficialía Mayor), después de que –en mayo– se establecieron primeras puntualizaciones frente a la amenaza de huelga de 26 de los 32 hospitales de la red del Gobierno del Distrito Federal (GDF). Antes los trabajadores se manifestaron sobre la avenida San Fernando para exigir que se mostraran, por escrito, los lineamientos del proceso de regularización laboral.

Rodolfo Durán, médico y vocero de los trabajadores, sostuvo: Esto ya podemos considerarlo como un gane. Nos recibieron y atendieron como se debe. Se trata de ganar derechos y de mostrar que nuestro movimiento es legítimo. La desinformación por parte de las autoridades hospitalarias, puntualizó, quienes no reconocían las minutas anteriores, les generó maltrato y acoso a quienes lo encabezan. Y Miguel Ángel Vázquez, informó Durán, se comprometió a que, a mediados de julio, los acuerdos se publicarían en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.

Debido al proceso de estabilización, agregó, contarán con el mismo sueldo, aunque sujetos al alza cada vez que aumenten los salarios generales. Las prestaciones ganadas consideran también 10 días de vacaciones, ya exigibles para 2015, así como aguinaldos garantizados equivalentes a 35 días. A ellas se sumará el pago proporcional de vales (que nunca habían tenido), una vez al año e iniciando el 1º de julio. Aunque nada se dice sobre el pago por riesgo.

La inercia laboral que precariza las condiciones de trabajo de los jóvenes que animan los equipos de salud del GDF es patente desde 2004, cuando Vicente Fox y Julio Frenk impusieron el criticado Seguro Popular, luego extendido utilitariamente por Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

EL GDF lo suscribió, en ceremonia privada, durante 2005. En materia de precarización, nada hizo la administración de Marcelo Ebrard (2006-2012). Tampoco la de Miguel Ángel Mancera. El secretario de Salud de ambos sexenios es el mismo: Armando Ahued.

La precarización en curso no es independiente de los grandes sindicatos que, con pleno conocimiento, la han tolerado. Con ello niegan, de facto, la estabilidad laboral y derecho a la seguridad social integral que representaría, en los hechos, que los jóvenes tuvieran pleno acceso a las condiciones generales de trabajo (CGT) de que disfrutan los trabajadores de base de la Secretaría de Salud (Ssa).

Afortunadamente, las diferentes manifestaciones públicas de los jóvenes a cargo de la prestación de los servicios del GDF –durante 2014 y 2015– han mudado radicalmente el escenario respecto de su futuro laboral y profesional. Empezando, claro, por establecer que formalizar no es basificar.

A todos estos equipos de salud integrados por profesionales del Seguro Popular, precarios, regularizados y formalizados, en términos estrictos, el funcionario Miguel Ángel Vázquez está obligado a aclarar que sus plazas no serán de base.

En materia de seguridad social, como tales formalizados, homologados o regularizados tendrán acceso sólo a ciertas prestaciones de las CGT: estímulos económicos; descanso y pago en económico por alto, mediano o bajo riesgo; fondo de auxilio por defunción, y fondo nacional de ahorro capitalizable. También a ahorro solidario de pensiones-Issste, servicios sociales y culturales-Issste; seguro de retiro, cesantía por edad avanzada-Issste, seguro de invalidez y vida-Issste, seguro de salud-Issste como trabajador activo, más pensionados y familiares, préstamo personal-Issste y Fovissste. También podrán votar y ser votados en procesos electorales sindicales.

Pero los beneficiados por el proceso de formalización no tendrán acceso a las siguientes prestaciones de las CGT: escalafón (regularización y formalización no han creado códigos inmediatos superiores: todos son pie de rama), beca en tiempo con fines académicos para que el trabajador pueda estudiar sin perder derechos laborales, licencias para ausentarse del trabajo con y sin goce de sueldo. Faltan también estímulos económicos por puntualidad. Igualmente se verán excluidos de las convocatorias para profesionalización en las ramas de enfermería, trabajo social, terapia física y rehabilitación, ya que no son de base.

Además, pesa el antecedente de que autoridades del GDF no comunicaron con claridad a su personal sanitario la compensación económica por el concepto de profesionalización de las licenciaturas en enfermería, trabajo social, terapia física y rehabilitación, al omitir, en los hechos, el cambio de código de todas ellas e ignorando tajantemente la convocatoria federal de la Ssa.

Ya circula incluso un oficio (DAF/1153/15), signado por Pedro Fuentes Burgos, director de Administración y Finanzas, del 1º de julio de 2015, en el que se consigna que los Servicios de Salud Pública del Distrito Federal, en coordinación con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), ha venido realizando una serie de negociaciones con la Secretaría de Salud federal, a fin de llevar a cabo un programa de formalización laboral del personal contratado por honorarios asimilados a salarios, el cual iniciaría su primera etapa el próximo 1º de julio del año en curso, de un total de tres etapas.

Y agrega: Cabe mencionar que a este personal se le asignará una plaza de pie de rama, que le dará estabilidad laboral en el puesto que ocupa, cotizando al SNTSA y con la mayoría de los beneficios contemplados en las CGT vigentes.

Lamentablemente, esa mayoría de los beneficios considerados en las CGT vigentes les otorga formalización, pero nunca basificación. En realidad, las bases anunciadas no lo son.

*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco