Recordar a José de Molina (Sonora, 1938-1998) se tiene que hacer con un acto de lucha.

Eso se hará durante la conmemoración de su 17 aniversario luctuoso, ocasión para la cual el teatro Juan Ruiz de Alarcón se convertirá en espacio de voz y denuncia, para que las autoridades volteen hacia la impunidad en el país.

Arturo de Molina, hijo del llamado Guerrillero de la guitarra, explica en entrevista que este 23 de agosto “es muy importante recordarlo con un acto de protesta, porque fue un luchador social por más 40 años, en los que participó en huelgas, plantones, tomas de tierra, en universidades, con sindicados independientes, siempre para defender causas nobles.

Su protesta va dirigida al pueblo mediante sus canciones, para dar a conocer qué tan mal está el país y qué podemos hacer como sociedad organizada.

De Molina detalla que para ese concierto-homenaje se hará una semblanza de su padre, por lo que participarán varios de sus amigos contemporáneos, como Los Nacos, Gabino Palomares, Víctor Guerra, El Mastuerzo y el movimiento Arte Colectivo En Acción, fundado por el fallecido Raúl Álvarez Garín, así como por Leopoldo Ayala y Fausto Trejo. También colaborarán la banda Titanes del Ska y el músico Lenin Fernández.

A la conmemoración también asistirán familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de la normal rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa; los universitarios ex carcelados Bryan Reyes y Jaqueline Santana, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que denunciarán sus casos y participarán en el homenaje.

Arturo de Molina dice que si su padre viviera, “se sumaría a la causa de los 43 en las escuelas rurales o en el Zócalo, como hizo en sus últimos años, cuando se levantó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994.

En este contexto de lucha, sus familiares también decimos que no podemos olvidar Ayotzinapa, no podemos olvidar el reciente asesinato del reportero gráfico Rubén Espinosa; no podemos olvidar Aguas Blancas, no podemos olvidar Acteal ni los movimientos estudiantiles del 68 y del 71; no podemos olvidar todo el daño que ha hecho el Estado por conservar el poder.

José de Molina murió de cáncer en el riñón el 9 de julio de 1998. Nunca se afilió a partido político alguno ni cobró por sus conciertos. Fue sobreviviente de la masacre del 2 de octubre del 68 y de la represión estudiantil del 10 de junio de 1971. Desde el levantamiento del EZLN, en 1994, decidió plantarse a cantar en el Zócalo para apoyar al movimiento.

El acto, organizado de manera independiente por familiares del músico sonorense, se realizará el 23 de agosto en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, de 10 a 20 horas. La entrada será gratuita.