Recuerda la mandataria los duros años del golpe militar
Viernes 14 de agosto de 2015, p. 5
Después del ‘‘muy oscuro’’ periodo de su historia bajo un gobierno militar, Chile aprendió ‘‘dolorosamente que nada ni nadie está por sobre los derechos humanos, que éstos son universales y previos a cualquier razón de Estado’’, afirmó la presidenta Michelle Bachelet al llegar a México para conmemorar el 25 aniversario de reanudación de relaciones diplomáticas entre los dos países.
Ocasión además para hacer, con el presidente Enrique Peña Nieto, un reconocimiento a la solidaridad mexicana en aquella década de los 70 en el siglo pasado, por la cual miles de chilenos ‘‘que huían de la violencia y la persecución’’ del régimen impuesto por Augusto Pinochet pudieron encontrar aquí refugio.
Como parte de la visita de Estado de Bachelet a México, el gobierno federal ofreció un almuerzo a la delegación chilena, donde el jefe del Ejecutivo recordó esa época de la historia del país sudamericano, pero destacó también la participación del entonces embajador de México en Santiago, Gonzalo Martínez Corbalá, ahí presente. Su labor, apuntó, ‘‘significó literalmente una salvación para quienes pudieron llegar’’ a la representación diplomática. Y añadió: ‘‘Todo chileno que acudió a México para pedir ayuda encontró las puertas abiertas. Nuestro país fue patria de refugio. Entre los chilenos que abrazaron esta tierra destacan académicos, artistas, escritores, diplomáticos, además de amigos y familiares del presidente Salvador Allende, quienes expresaron su gratitud aportando su talento y trabajo al desarrollo de su segundo hogar’’.
A su vez, Bachelet calificó de ‘‘dura prueba’’ los 17 años de relaciones bilaterales interrumpidas, motivados ‘‘por el respeto de México a las mejores tradiciones de la convivencia democrática, al derecho de asilo, al deber de prestar socorro a los perseguidos’’.
Este viernes, al reunirse con sus paisanos en la que fuera la Casa Chile, agradecerá públicamente al pueblo mexicano ‘‘la generosidad demostrada en estos años’’, pues para miles de chilenos México es ‘‘su otra patria’’.
Ambos presidentes resaltaron también los respectivos procesos reformistas impulsados en sus gestiones, y la presidenta Bachelet insistió en las coincidencias: los valores de la democracia, el respeto de los derechos humanos, la vigencia del estado de derecho, la centralidad de un crecimiento económico sustentable y socialmente legítimo, así como sociedades más incluyentes y justas.
En la comida estuvieron también la senadora María Isabel Allende Bussi, hija del presidente Salvador Allende, y la cineasta mexicano-chilena Marcia Tambutti Allende.