Buenos Aires.

Las inundaciones se colaron en la campaña presidencial argentina y pusieron en el centro de la polémica al gobernador de la provincia de Buenos Aires, el kirchnerista Daniel Scioli, el candidato más votado en las elecciones primarias del domingo pasado.

Las críticas a su gestión de casi ocho años en el principal distrito económico y demográfico del país, como a su sorpresivo viaje a Italia en medio de la crisis hídrica golpean a uno de los políticos de mejor imagen pública.

Las lluvias e inundaciones, que han dejado tres muertos, seis mil evacuados y diez mil afectados,afectaron las provincias der Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.

Cuánto puede afectar esto a Scioli es una incógnita. Tiene una relación distinta con la sociedad. Es un candidato con capacidad de conectarse con el electorado de ciertas condiciones y eso hace que en los momentos de mayor adversidad pone la cara. Tiene una capacidad para enfrentarse a los problemas desde otro lugar, señaló el analista Pablo Knopoff, de la consultora Isonomía.

Scioli volvió este jueves de urgencia de Europa y decretó la emergencia hídrica, con la opinión pública estremecida por el sufrimiento de los miles de evacuados de las inundaciones y las crudas imágenes de las viviendas anegadas en pueblos y ciudades bonaerenses.

Los cuestionamientos más duros llegaron de su principal rival en la carrera a la Casa Rosada, el alcalde porteño y el candidato presidencial por el frente Cambiemos, el derechista Mauricio Macri. La ausencia del Estado es dos veces, primero porque no se han hecho las obras, y segundo, frente a la emergencia, no llega, afirmó Macri.

La Iglesia católica también sumó su voz en medio de la crisis. El párroco de la ciudad de Salto, una de las más afectadas por las inundaciones, alertó que la corrupción no sólo mata, también inunda.

Fue un viaje personal, con contactos informales que iba a tener con el primer ministro de Italia (Matteo Renzi). Y el estrés de la campaña me llevó a dolores físicos que me obligaban a hacer consultas médicas, explicó ante las cámaras tras anunciar medidas de ayuda para los damnificados.

Tuve un esfuerzo extenuante durante mi campaña que me llevó al límite de mi dolor, señaló. Scioli, de 58 años, sufrió la amputación de su brazo derecho en un accidente durante una carrera de motonáutica en 1989. Desde entonces usa un brazo ortopédico y se somete periódicamente en Europa a tratamientos médicos.

Scioli desestimó las críticas de la oposición. Con esto no hacemos ni ausencia ni demagogia política. El adversario es el cambio climático. Yo no tomo esto en términos políticos y lamento a los que quieren llevarlo a esos términos, pero no lo van a encontrar de parte nuestra, señaló.

Faltan sin embargo 70 días para las elecciones presidenciales, mucho tiempo para una campaña electoral que en cuestión de pocas semanas se sacudió por el alza de la cotización del dólar paralelo, luego por una investigación periodística que vinculó al jefe de Gabinete Aníbal Fernández con el tráfico de efedrina y un triple crimen y ahora por las inundaciones.