El Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche consideró urgente revisar la política económica del sector para ordenar el mercado interno e impedir la rehidratación del lácteo en polvo.

Álvaro González Muñoz, presidente de la agrupación, insistió en que la firma del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) es la guadaña para miles de productores del sector social. Los tratados de libre comercio son una trampa con ideas seductoras, ya que se nos dice que nos permitirán alcanzar mayores tasas de crecimiento económico y más altos niveles de bienestar, pero los beneficios del desarrollo económico son en favor de los ricos.

Antes de la firma de tratados internacionales el sector tenía crecimientos superiores a 10 por ciento anual, pero ahora los productores, en protesta, vierten el líquido en las calles para que les compren los excedentes de temporada; poco a poco van desapareciendo ante los altos costos de producción y precios que no los cubren, agregó.

México debe tener su propio ritmo y estrategias para encontrar mejores resultados y rechazar los dogmas neoliberales, para no continuar convirtiéndose en el basurero agroalimentario de los países desarrollados. La dieta de los mexicanos ha cambiado por la alteración de los productos puros, pues ya nadie se hace responsable de evitar que se engañe a los consumidores con productos similares.

Es indudable, dijo, que la industria láctea ha sido beneficiada en grandes proporciones. Ellos están satisfechos y muy contentos, pero para más de 500 mil pequeños y medianos productores ha sido la tumba, ya que les fue imposible superar las importaciones, que en su mayoría provocaron la sustitución de leche por suero, quesos rellenos con harina y grasa vegetal y otras porquerías, derivado del retiro de la intervención gubernamental, que dio paso a la privatización del mercado lácteo nacional.

En condiciones de competencia con equidad, los productores nacionales somos competitivos, en virtud de que entregamos a las marcas más prestigiadas del mundo leche fresca, auténtica y pura de vaca, puntualizó González Muñoz.

Anunció que los productores demandarán al Congreso que etiquete recursos suficientes a programas sensibles como Liconsa, para que la compra del líquido a productores nacionales pase de 700 millones a mil 50 millones de litros en 2016, lo que conllevaría a la generación de 5 mil empleos bien remunerados, acotó.