La decisión para que la próxima dirigencia del PRI se defina en un proceso de unidad se tomó –desde la óptica de dirigentes y consejeros del tricolor– con el pragmatismo que caracteriza a ese partido y para consolidar una posición hacia 2018.

Explicaron que en momentos en que la popularidad del Presidente de la República se ubica en su nivel más bajo desde el inicio del sexenio por los resultados políticos y en economía, se requiere de una dirigencia que lo acompañe en este tramo, pero que también logre obtener los mejores resultados en las 12 elecciones de gobernador en 2016.

En el Revolucionario Institucional, la intención es mantenerse como la principal fuerza política en México y continuar sin sobresaltos en el último tramo del actual gobierno.

Esto explica, indicaron, el acuerdo entre Los Pinos y el coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, que –se presume en sus filas– es el único que le entregó buenas cuentas al presidente Enrique Peña Nieto en la Cámara de Diputados, pero también en las elecciones del 7 de junio.

Hoy, junto con su compañera de fórmula, Carolina Monroy del Mazo, Beltrones se reunirá con el organismo de mujeres del PRI.

Recordó que en la reunión con la cúpula del partido, el 25 de julio, el presidente Enrique Peña Nieto convocó a renovar la estructura y oferta política del PRI y a definir juntos un nuevo modelo para los próximos años, con lo que hay coincidencia plena y representa un reto que desde hace tiempo motiva mi aspiración de dirigir el partido.

Sostuvo que además de apoyar el proyecto presidencial y difundir los resultados de las reformas, su dirigencia se enfocará en adaptar y actualizar la agenda política del Revolucionario Institucional para mantener un partido vigente.

El reto de la dirigencia de Beltrones –nadie más ha mostrado interés en registrarse– son las elecciones para las gubernaturas en Aguascalientes, Zacatecas, Sinaloa, Tlaxcala, Puebla, Oaxaca, Quintana Roo, Chihuahua, Veracruz y Durango. Y las intermedias en Coahuila, Nayarit y Veracruz.

Según los priístas, la nueva dirigencia enfrentará una menor carga del Grupo Atlacomulco, aun cuando la prima del Presidente, Carolina Monroy, integra la fórmula con Beltrones.

Reconocen que el ex gobernador de Sonora no era el favorito de Los Pinos, pero que en el discurso del 25 de julio, Peña Nieto envió dos mensajes: contra el populismo y para acotar los proyectos personales, y ello decantó la decisión, aun cuando –estiman– ello impactó en los cálculos que tenía sus colaboradores en la designación del candidato presidencial en 2018.