El derrame de 40 millones de litros de residuos peligrosos de la empresa Buenavista del Cobre, de Grupo México, en los ríos Sonora y Bacanuchi, el 6 de agosto de 2014, fue calificado en su momento por Juan José Guerra, titular de la Semarnat, del peor desastre ambiental de la industria minera en el país.

Sin embargo, el gobierno federal, en lugar de entablar una demanda en el marco de la Ley de Responsabilidad Ambiental, acordó con la empresa la formación de un fideicomiso con 2 mil millones de pesos para reparación y remediación del daño. Esta cifra significa 0.016 por ciento de los ingresos que Grupo México obtuvo durante 2014, indicó Benjamín Cokelet, de la organización Poder, que desde el año pasado apoya a los afectados.

La región siniestrada, que abarca siete municipios, tiene 22 mil habitantes. Buenavista del Cobre es la cuarta mina de este material más grande del mundo, apuntó.