De 2005 a la fecha sólo 18 inculpados han sido sentenciados en el país por trata de personas, indicó Elías Rafful Vadillo, titular del Centro Nacional de Prevención del Delito y Participación Ciudadana, quien dijo que este ilícito ocupa el segundo lugar a escala mundial y que más de la cuarta parte de las víctimas son menores de 15 años.

Las estadísticas internacionales hablan de 20 víctimas no visibles por cada una que denuncia, debido a una serie de condiciones, entre ellas el peligro que enfrentan, o muchas no se reconocen como tal por vergüenza social.

En el último día del Encuentro regional contra la trata de personas: avances y perspectivas, que se realizó en la sede de la cancillería con motivo del día mundial contra ese ilícito, organizaciones sociales aseguraron que hace falta endurecer las leyes en la materia para castigar a los delincuentes, ya que en su mayoría se les vincula con el crimen organizado.

Teresa Ulloa, directora en México de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, indicó que el delito de trata sigue al alza.

Lamentó que mientras Estados Unidos sentenció el año pasado a cuatro personas a cadena perpetua por ese delito y encarceló a otras 35, México condenó sólo a cuatro implicados en ese ilíctito.

También comentó que cuando la gente denuncia la desaparición de alguna mujer, la mayoría de las procuradurías de justicica esperan 72 horas para iniciar las indagatorias. “Hay veces que argumentan que la víctima ‘se fue con el novio’. En ese tiempo la persona afectada puede ser sacada del país.

“De las estadísticas con que contamos sobre las víctimas –precisó–, 212 son mujeres y 16 varones. Por cuarto año consecutivo la trata se concentra en su mayoría en el grupo de 12 a 18 años de edad. La mayoría de los afectados son de clase media y las formas de reclutamiento se efectúan por la fuerza, engaño, seducción y sustracción de menor.”

Ulloa presentó un Protocolo de búsqueda, localización y rescate, que realizó en la organización en que labora.

La especialista propone que la autoridad competente debe tener conocimiento de inmediato de que la persona está extraviada, tomar muestras biológicas y genéticas, pedir filmaciones de las calles, casetas, foto de la víctima en formato electrónico, revisar todos los aparatos electrónicos que usaba (tablet, celular) y sus correos electrónicos y su espacio en las redes sociales. A la familia necesita hacerle una amplia entrevista, así como girar una alerta migratoria, entre otras medidas.

Las procuradurías no están alimentando sus bases de datos y están mandando a las fosas comunes sin identificar 55 mil cuerpos cada cuatro años. Tiene que existir un portal único con todas las personas desaparecidas, sobre todo mujeres, niñas y adolescentes, comentó.

Entre las conclusiones del encuentro se comentó que a pesar de los grandes avances registrados en la materia, aún falta mucho por hacer.

“Hoy no hay justificación alguna para ignorar o tolerar la trata de personas. Si bien no debemos cesar en los esfuerzos para investigar, sancionar y combatir este delito, también ha quedado claro que es indispensable trabajar de manera incansable en la prevención.

“Reconocemos la necesidad de erradicar desde la raíz el delito, lo que nos debe obligar a todos los sectores a acabar con la cultura de la explotación. Sabemos que es un fenómeno multicausal que se alimenta de las vulnerabilidades.

“Tras la reflexiones que alimentaron este foro, podemos decir que la políticas públicas exitosas para hacer frente a la trata no son aquellas aisladas de la sociedad, sino las agregadas de las experiencia y acciones que encabezan justamente los sectores sociales