Sergio Valdeolmillos pide a las autoridades deportivas que lo dejen trabajar, porque a pesar de las adversidades que ha enfrentado somos optimistas para encarar el preolímpico de basquetbol, a un mes de su realización en el Palacio de los Deportes.

El técnico nacional confía en que se logrará un buen papel con el equipo que tiene porque los conoce bien y ahora, con la integración de Gustavo Ayón y Jorge Gutiérrez, lo único que deben hacer es entrenar y dedicarse a lo que saben hacer: jugar y encestar.

Admite que no será fácil la eliminatoria para Río 2016, pero con los jugadores que tiene nos da para competir y vamos a dar guerra por ganar el pase. De no lograrlo deberán esperar el siguiente año para el repechaje europeo.

El español no descarta que la localía sea un factor determinante para los mexicanos, al contar con su apoyo: Estaremos en casa, habrá más de 16 mil personas y eso es un extra, añadió Valdeolmillos en las entrevistas que ofreció ayer en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR).

Le tranquiliza tener a los jugadores con los que ganó el premundial de 2013 y el Centrobasket 2014 que los clasificó al Mundial de España después de cuatro décadas, donde al final no se dieron los resultados esperados ni la continuidad al plan que tenía por los constantes problemas que tuvo con los dirigentes deportivos.

Se fue y luego regresó porque lo buscaron después de que le pagaron sus salarios pendientes y todo lo que invirtió para la preparación del equipo.

Consideró que no hay punto de comparación ni es una revancha con lo sucedido en los Juegos Panamericanos de Toronto para el compromiso que se avecina.

Comentó que en esa justa fue todo problemático –lesiones, jugadores en la lista que no podían ingresar por la visa–, que pensó en retirarse de la competencia.

México se quedó con siete jugadores (hubo bajas por lesiones) y no tenía un equipo competitivo que se acercara a igualar o mejorar la medalla de plata ganada en Guadalajara 2011.

Asumo las responsabilidades del resultado, no trato de culpar a nadie ni es el justificante de quedar últimos (octavo lugar). El problema es que hay una guerra entre unos y otros. La selección no es de Valdeolmillos ni de los directivos, es de México, señaló el español.