Luis Edmundo Águila Jimenez tiene 19 años y una rutina vital: cada lunes, miércoles y viernes se aplica un factor de coagulación de la sangre para evitar una hemorragia. Cuando tenía tres meses fue diagnosticado con hemofilia, enfermedad que provoca sangrados prolongados.

En México más 5 mil personas tienen ese trastorno hereditario. Sin embargo, de acuerdo con la Federación de Hemofilia de la República Mexicana (FHRM), se estima que más de 2 mil casos no se han diagnosticado. Aunque se presenta principalmente en hombres, las mujeres también puede ser portadoras.

El alto costo de los medicamentos y las complicaciones que les provocan en las articulaciones son ahora el reto a enfrentar, señaló en entrevista Ana Rebeca Jaloma Cruz, del Centro de Investigación Biomédica de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al participar en la inauguración del 21 Congreso Nacional de Hemofilia, realizado en las instalaciones de Expo Reforma.

Me pongo mil 200 unidades de factor ocho cada tercer día, es decir, cinco frascos, que cuestan cada uno entre 2 mil 500 y 3 mil 500 pesos. Una dosis me costaría más de 12 mil 500 si no estuviera afiliado al IMSS, señaló Luis, quien estudia ingeniería en la UNAM.

Según la FHRM, 40 por ciento de la población hemofílica en México no cuentan con ningún tipo de cobertura médica para acceder al tratamiento. Por ello resulta fundamental elevar los niveles de atención que permita a los pacientes llevar una vida de calidad y protegida de eventos hemorrágicos, indicó Carlos Gaitán Fitch, presidente de la fundación.

El Seguro Popular atiende, desde 2010, a pacientes con hemofilia nacidos después de 2000, por ello le pedimos a la titular de la Secretaría de Salud (Ssa), Mercedes Juan López, que se extienda a todos, indicó Martha Monteros, integrante de FHRM.

Los concentrados de coagulación están disponibles para derechohabientes del IMSS, el Issste y la Ssa. Sin embargo, es necesaria una atención homologada.