Quito.

Dos bombas estallaron poco antes de la medianoche del miércoles cerca de los periódicos El Telégrafo y El Universo, en la ciudad de Guayaquil, cuya autoría atribuyó un denominado Frente de Liberación Nacional (FLN), hasta hace poco desconocido. En las instalaciones de ambos rotativos se encontraron panfletos críticos al gobierno de izquierda de Rafael Correa.

El primer artefacto estalló hacia las 23 horas (local) del miércoles en las afueras del diario estatal El Telégrafo, y causó mínimos daños materiales. Minutos más tarde, otra bomba estalló, sin causar daños, en las afueras del periódico de capital privado El Universo, considerado opositor al presidente Correa. En ambos sitios aparecieron los mismos panfletos con imágenes de dos fusiles.

Los panfletos estaban suscritos por un comandante Ramiro del FLN, que señala: la primera salva ha sido enviada, seguiremos fortaleciendo los cuadros con jóvenes que se frustran con el tiempo perdido y quieren luchar por un Ecuador mejor, y afirma que la revolución ciudadana es oportunista, en alusión a las políticas sociales que impulsa el mandatario desde 2007.

El fiscal de Guayaquil, Paul Ponce, declaró que se trata de un acto de terrorismo tipificado y ordenó una investigación del caso. Dijo que se busca crear caos, terror y desestabilización con actos que atentan contra la integridad y libertad de las personas.

El FLN era desconocido hasta hace dos semanas, cuando se atribuyó el estallido de una bomba también en Guayaquil frente a la sede del gobernante partido Alianza País. Esa acción ocurrida el 14 de de julio, que causó sólo daños menores al edificio, fue la primera que reivindicó el grupo en un país donde tales ataques son poco comunes y los índices de inseguridad son bajos.

El vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, repudió los actos violentos en Guayaquil y expresó su solidaridad con los medios agredidos. En tanto, el ministerio del Interior indicó que según investigaciones, las bombas panfletarias serían de fabricación casera a base de pólvora.

El director de El Telégrafo, Orlando Pérez, informó que ya había recibido amenazas y que se busca amedrentar a los periodistas, pero como medio público no nos vamos a callar y vamos a seguir informando. A su vez, El Universo reseñó apenas la noticia sin emitir ningún pronunciamiento editorial.