La infraestructura del Centro Cultural Helénico será utilizada para articular y reforzar el Programa Nacional de Animación Cultural, adelanta Irma Gabriela Caire Obregón, coordinadora de esa iniciativa y directora de ese espacio.

Ese programa tiene la finalidad de recuperar espacios públicos y generar actividades artísticas para formar nuevos espectadores. Es un trabajo de coordinación interinstitucional con diferentes áreas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

Para coordinar el programa, se designó a Caire Obregón y una persona más. Sólo somos dos. Mariana Aymerich y yo, comenta la funcionaria, cuya labor consiste en propiciar ideas y proyectos para que se implementen desde una perspectiva interinstitucional.

Entre los proyectos que el programa intenta desarrollar se encuentra Los grandes teatros del mundo, transmisiones de conciertos y óperas a través de pantallas; y Vive la música, recitales en vivo en los que las agrupaciones se dispersan entre el público para tocar.

La idea es que esas iniciativas se inserten en la programación del Centro Cultural Helénico, afirma Caire, quien es su directora desde el pasado 15 de junio.

Ambas designaciones (coordinadora del programa y directora del centro cultural) obedecen a la idea de utilizar la infraestructura del Helénico para impulsar la iniciativa de animación cultural.

Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, propuso a Caire Obregón irse al Centro Cultural Helénico, para con ello de alguna manera tener un equipo de trabajo que la pudiera apoyar en las actividades del programa nacional.

Aprovechamiento de recursos

El encargo simultáneo de coordinar esa iniciativa nacional y dirigir el Centro Cultural Helénico, según Caire, no es complicado, pues “el trabajo del programa se realiza con base, principalmente, en correos electrónicos que van y vienen, y llamadas telefónicas, en una especie de red. No es tanto de presencia física, como lo requiere este espacio cultural.

No vamos a distraer mucho de sus tareas habituales al personal del Helénico, no es que hagan doble trabajo, aclara la funcionaria.

“Hasta el momento sí ha sido un gran apoyo. Por ejemplo, el área de diseño. La publicidad que ha salido para el proyecto Los grandes teatros del mundo y el de Vive la Música, recurríamos al departamento de difusión y diseño del Conaculta.

Ahora tenemos al diseñador más cerca; asimismo ocurre con las cuestiones administrativas, que nos apoyan con la parte del presupuesto del programa.

Desde el Helénico “nos seguimos coordinando con diferentes áreas, como fomento a la música, con las dirección del Centro Nacional de las Artes y con la de bibliotecas, entre otras instancias.

De alguna manera (ocupar la dirección del Helénico) fue para reforzar el programa, utilizar su infraestructura y para no crear otro aparato institucional, sino aprovechando el existente.

Además, se aprovechará el público que el Centro Cultural Helénico ha generado a lo largo de los años para presentarles otras opciones culturales.

Revisión de proyectos

El centro cultural no va a perder su vocación de espacio para el arte teatral, señala Caire Obregón. En estos días nos encontramos en la revisión de los proyectos que participaron en la convocatoria. Y en un par de semanas se reunirá el jurado para la selección de los que conformarán la programación de 2016.

Todas las producciones escénicas –sean óperas primas, compañías independientes o grandes– es el mismo trato para todos... todos tienen las mismas condiciones, sostiene Caire Obregón.

Sin importar el costo de una producción, sea ésta pequeña o muy grande, de una compañía independiente o una obra que puede auspiciar el productor Ortiz de Pinedo, y al margen de si se presenta en el foro La Gruta o en el teatro, la taquilla siempre se divide así: 80 por ciento para la producción y 20 por ciento para el Helénico, luego de pagar todos los impuestos.

Según Caire, en lo que hay que fijarse es en la calidad de la obra o propuesta escénica, más que en quién hace el montaje.

Al respecto, abunda, implementamos campañas de publicidad para que más personas acudan al teatro. Vamos a buscar el tiempo para dar mantenimiento a los teatros, sin afectar las funciones. También se van a arreglar los camerinos.