Viernes 31 de julio de 2015, p. 2
Berlín.
La sonda espacial europea Philae ha recopilado datos que apoyan la teoría de que los cometas pueden servir de laboratorios cósmicos en los que se ensamblan algunos de los elementos esenciales para la vida, dicen los científicos.
Philae, que forma parte de la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea, usa dos instrumentos distintos para oler
moléculas desde que hizo un aterrizaje accidentado en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, en noviembre pasado.
En un artículo publicado el jueves en la revista Science, los investigadores dijeron que pasaron meses analizando los datos y concluyeron que el 67P contiene al menos 16 compuestos orgánicos. Cuatro de ellos, incluyendo acetona, no habían sido detectados antes en un cometa.
“Los cometas cargan con todas las materias primas, como el agua, el CO2, el metano y el amoniaco, necesarios para ensamblar moléculas orgánicas más complejas, quizás activadas por fotones UV del Sol o rayos cósmicos, o por el impacto que se produce cuando un cometa choca contra la superficie de un planeta, como la Tierra en su juventud”, dijo Mark McCaughrean, asesor científico sénior de la Agencia Espacial Europea.
Se desconoce si las complejas moléculas halladas en el 67P se formaron en las etapas iniciales del sistema solar y luego se incorporaron al cometa o se forman más tarde en él, dijo. De cualquier forma, parece que los cometas son buenos lugares para la construcción de bloques de moléculas que más tarde pueden participar en el proceso de formación de la vida
.
McCaughrean, quien no participó directamente en el estudio, minimizó informaciones recientes de que hay pruebas de que se halló vida en el cometa.