Persistencia de la pobreza, fracaso de la política social del gobierno
egún la Comisión Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval), la pobreza en el país y en Zacatecas persiste con ligeras oscilaciones. Donde parece haber una nueva tendencia es en la llamada pobreza extrema, que pasó de 10.8 en 2010 a 7.5 en 2012 y a 5.7 en 2014, lo cual explica la disminución de dos puntos de la pobreza en el estado (de 54 a 52 por ciento) en los dos años de medición reciente. Sin embargo, hay que recordar lo que significó la reforma de la medición de la pobreza extrema: estar en esa condición no sólo implicaba ser incapaz de adquirir la canasta alimentaria, sino tener tres o más carencias o derechos sociales insatisfechos. Con esta modificación metodológica, en 2012 el universo de 21 millones de personas en pobreza extrema se redujo a 13 millones.
El hecho de que en Zacatecas sólo haya variado la población que depende de apoyos focalizados para sobrevivir significa que las estrategias dirigidas a romper los círculos de reproducción intergeneracional de la pobreza han tenido efecto. Y dichas estrategias en el mundo están dirigidas al mercado de trabajo. El factor que mejor disminuye no sólo la pobreza, sino también la desigualdad, es la generación de empleo decente, pero las cifras oficiales muestran que nada de eso ha ocurrido. Más aún, la desigualdad en Zacatecas, medida por el índice de Gini, sigue oscilando alrededor de 0.526. Si sumamos los estudios de pobreza y desigualdad a los de movilidad social a lo largo de la década reciente se observa un gravísimo problema de cohesión social, lo que indica que el problema es mucho peor de lo que parece por separado: una estructura social rota y compartimentada, donde las desigualdades se han hecho sólidas y, por ello, persisten. Por tal motivo despierta suspicacia que Coneval programó pero no midió la cohesión social. Una palabra expresa la realidad en la gestión del desarrollo: fracaso.