La economía mexicana alcanzará este año un crecimiento del producto interno bruto de 2.4 por ciento, superior al promedio de 0.5 por ciento de la región, pero bajo condiciones en las que el aumento de la pobreza por ingreso constituye un problema muy grave para el país, afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Al presentar el Estudio Económico 2015 de la región, la funcionaria de Naciones Unidas consideró difícil la situación económica de México debido a que el bajo nivel salarial no mejora, a lo que se agrega el aumento de la pobreza y una enorme población con ingresos menores a la línea del bienestar. Aun cuando la pobreza extrema haya disminuído entre 2012 y 2014, el número de pobres tuvo un incremento importante de 1.9 millones de personas en ese periodo, dijo.

Con cifras de la Cepal, Alicia Bárcena estimó en 44 por ciento la caída de los ingresos públicos por el desplome de los precios de exportación de los hidrocarburos, petróleo y gas, pero esta situación ha sido compensada parcialmente con otras fuentes de ingresos y la racionalización aplicada al presupuesto de gastos de todos los sectores. Por lo pronto, el informe del organismo ajustó a la baja la tasa de crecimiento de la economía mexicana del 3 por ciento previsto a 2.4, según la proyección actual.

Bárcena consideró importante la elaboración de un presupuesto de gastos base cero en el país porque, dijo, se estará tratando de apuntalar la inversión en algunos sectores y restarle recursos a otros no prioritarios, y estimó que el sector privado no ha invertido lo suficiente aún cuando ha contado con incentivos para hacerlo, no sólo en México sino en todos los países de la región.

Frente a las circunstancias externas que afectan la economía mexicana y a las de la región, aclaró que ajuste en el gasto va a haber porque no puede seguir creciendo el déficit fiscal y tampoco el de la cuenta corriente de la balanza de pagos, pero debe ser un ajuste selectivo e inteligente como se ha venido haciendo en México, apuntó.

A su vez, Hugo Beteta, representante de la subsede regional de la Cepal en México, opinó que el ajuste en las finanzas públicas del país tiene el mérito de preservar la inversión, porque la inversión es la bisagra entre el crecimiento económico presente y el futuro del país.

De acuerdo con las proyecciones de la Cepal, el crecimiento económico mundial será de 2.8 por ciento, mientras el de la región latinoamericana y caribeña se calcula en 0.5 por ciento dentro de un proceso de desaceleración desde 2010.

Alicia Bárcena sintetizó que la región enfrenta un contexto externo mucho más complejo, complicado y difícil en lo comercial y financiero que en los últimos tres años, con efectos que se transmiten a través de tres canales: la dinámica y crecimiento de los socios comerciales; el abatimiento de precios de materias primas, con el subsecuente deterioro de los términos de intercambio, y el comportamiento de los mercados y flujos financieros.

El Estudio 2015 de la Cepal estimó en 2 por ciento para este año el crecimiento del comercio mundial, el más bajo desde 2010 y el cual se mantiene en niveles menores a los que se observó antes de la crisis de 2009, mientras los precios de los bienes primarios mantienen una tendencia a la baja aunque se espera una leve recuperación.