El presidente Enrique Peña Nieto rechazó ayer que su gobierno pretenda la privatización de la enseñanza. Que no haya duda, la educación en México, lo mandata nuestra Constitución, es pública, gratuita y laica, y así seguirá siendo, subrayó.

Al entregar reconocimientos a los alumnos de sexto año de primaria que ganaron en la Olimpiada del Conocimiento Infantil, dijo que la reforma educativa reivindica para el Estado la rectoría de la enseñanza.

Destacó que en Oaxaca, desde hace 20 años, se había perdido esa atribución, y ahora los gobiernos de la República y del estado trabajan para recuperarla.

En la explanada Francisco I. Madero de la residencia oficial de Los Pinos, Peña Nieto señaló que las acciones anunciadas la semana pasada en Oaxaca, entre ellas la transformación del instituto local de educación, son de la mayor relevancia para el futuro de dicha entidad, y por eso fueron planeadas conjuntamente en el marco de la instrumentación de la reforma educativa.

A partir de diversos comentarios que aseguró haber escuchado, pidió a los maestros comprometidos con su vocación de enseñar y de inculcar valores y conocimiento a las nuevas generaciones, que no se dejen engañar.

Con las medidas tomadas de ninguna manera se pretende privatizar la enseñanza, enfatizó durante el encuentro, en el que estuvo acompañado por el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Emilio Chuayffet; el dirigente del Sindicato Nacional de Trbajadores de la Eucación SNTE), Juan Díaz de la Torre, y el presidente del consejo de administración del grupo financiero BBVA Bancomer, Luis Robles Miaja.

El jefe del Ejecutivo federal aseguró que los cambios legislativos en esta materia tienen el propósito de alcanzar una enseñanza de calidad, y en ese objetivo los maestros se verán beneficiados, pues tendrán la oportunidad de escalar y acceder a oportunidades laborales a partir de sus conocimientos y de sus propios méritos.

Peña Nieto dijo que quizás a muchos docentes preocupe y eventualmente asuste el que tengan que ser sujetos de evaluación, pero ésta no es más que para mostrar dónde están las debilidades y dónde hay que mejorar los planes de formación para los propios maestros y que puedan formar adecuadamente a los jóvenes y niños.

Por su lado, Chuayffet reconoció la voluntad de miles de docentes que trabajan para que los estudiantes puedan labrar un brillante porvenir. Estos maestros son y han sido siempre la solución, nunca el problema, puntualizó en alusión a la disidencia magisterial.

Ante los mil niños de sexto de primaria ganadores de la olimpiada, quienes recibirán una beca financiada por la SEP y Bancomer, Luis Robles Miaja consideró inconcebible que en los estados más pobres un grupo de líderes magisteriales, totalmente deslindados del sindicato que preside Juan Díaz de la Torre, pretenda privar a los niños y jóvenes de la enseñanza por mantener sus privilegios.

La reforma educativa, continuó, no admite dilaciones, retrocesos, manipulaciones, presiones, ni chantajes. Tampoco admite la connivencia con otros intereses que no sean los de garantizar la mejor enseñanza para los alumnos.

Díaz de la Torre dio su apoyo a los cambios legislativos en el sector, y consideró que se equivocan gravemente quienes violentando los derechos de los niños pretenden mantener prerrogativas o privilegios sin sustento.