La Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) se ha convertido en la mejor vendedora de la ciudad, ante el incremento de desarrollos inmobiliarios y la instalación de restaurantes, bares y hasta discotecas en Coyoacán, denunciaron Héctor Zubiaur y Luz González, integrantes del Comité para la Defensa de la Colonia del Carmen, en Coyoacán.

Aseguraron que los actos de corrupción y la presión inmobiliaria ha obligado a los vecinos a vender su patrimonio, mientras los comercios de barrio han tenido que cerrar, aunado a un incrementó en el predial de 500 por ciento, entre 2000 y 2015, que ha llevado en algunos casos al embargo de inmuebles.

Mencionaron que, por tercera ocasión, se trata de modificar el programa parcial de desarrollo para incrementar los niveles de construcción en Coyoacán y convertirlo en un Manhattan, porque a las autoridades ya no les gustó que seamos una zona chaparra y gorda.

Mientras, Oswaldo Mendoza, del comité vecinal de la colonia Xoco, en Benito Juárez, señaló que el proyecto Ciudad Progresiva, que incluye la llamada Torre Mitikah, de 60 niveles, es un claro ejemplo de cómo las autoridades favorecen a las inmobiliarias.

Recordó que tuvo que esperar dos años para que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal resolviera el juicio de nulidad que interpuso contra el aval de impacto ambiental de la obra y ordenara a la Secretaría de Medio Ambiente local tomar las medidas necesarias para que ya no continuara la construcción.

Sin embargo, agregó, sólo tuvieron que pasar cinco meses para que el mismo órgano jurisdiccional revocara esa sentencia, impugnada no sólo por los propietarios del proyecto, sino también por el gobierno capitalino, que actuó contra el interés ciudadano para favorecer al capital privado.

Aunque la obra cumple hoy un año detenida, por decisión de la empresa que prevé modificar el proyecto, Mendoza continúa con el proceso legal, que lleva ya tres años, con un juicio de amparo con el que busca echar abajo la revocación de la sentencia de primera instancia.

Por otra parte, el delegado electo de Azcapotzalco, Pablo Moctezuma, pidió al gobierno de la ciudad no emitir más licencias de construcción para edificios habitacionales en la demarcación hasta que no se cuente con un programa de desarrollo urbano. Asimismo, se manifestó por la derogación del artículo 41 de la ley en la materia.

Aseguró que la fiebre inmobiliaria en la demarcación ha dejado más de 100 edificios de entre 10 y 15 niveles, algunos de manera irregular, que han saturado vialidades, la red de drenaje y afectado el suministro de agua potable.