Uno de cada cinco secuestros en México ocurre en Tamaulipas. El fenómeno se agudiza en Ciudad Victoria, capital de esta entidad, posiblemente la urbe con más plagios –per cápita– en el país.

Si la contabilidad en el primer semestre de 2015 es por número de víctimas, la cifra se eleva a 686 personas en todo el país, de las cuales 177 fueron privadas de su libertad en territorio tamaulipeco.

Es decir, al contar casos particulares, ahí se ubica una cuarta parte de los afectados por secuestro, tan sólo en casos investigados por las procuradurías estatales.

A lo anterior se debe sumar la estadística de expedientes a cargo de la Procuraduría General de la República (PGR).

El Sistema Nacional de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación precisa que de enero a junio de este año se iniciaron 45 averiguaciones previas en la PGR por secuestro, las cuales incluyen el agravio a 55 víctimas.

Es decir, además de 686 raptos del fuero común, en el primer semestre de este año hay 55 a cargo del fuero federal, de los cuales Tamaulipas aporta 16.

Desde hace más de un año la entidad fronteriza ocupa el primer sitio en la tasa de plagios, aun cuando en aquella zona opera desde hace varios años un despliegue permanente de militares y Policía Federal, incluso con trabajo de grupos de élite.

En los primeros seis meses del año fueron abiertas ahí 122 denuncias por secuestro investigadas dentro del fuero común (la cifra siempre es menor respecto al número de víctimas), mientras el acumulado a escala nacional es de 551 denuncias.

Numéricamente y por tasa (cantidad de casos por cada 100 mil habitantes), Tamaulipas tiene más plagios. Le sigue el estado de México (90, de enero a mayo de este año, aunque es la que acapara más expedientes: tiene a nivel federal), y Veracruz, 48.

En la entidad, cuatro ciudades concentran la problemática: Ciudad Victoria, Reynosa, Tampico y Matamoros, donde durante enero a junio de este año fueron denunciados 31, 20, 18 y 18 secuestros, respectivamente.

El comisionado nacional antisecuestros ha insistido en establecer unidades especializadas en los principales focos rojos tamaulipecos, no sólo en la capital de esa entidad.

Según el diagnóstico del funcionario, la pugna de organizaciones delictivas por el control de Tamaulipas provoca el disparo de plagios, utilizados para financiar las actividades de los propios grupos criminales.