Organizadores niegan que el Zug der Liebe sea una redición del Loveparade
Al ritmo de los potentes beats, alrededor de 30 mil personas desfilaron por las calles de la capital alemana, un día después del quinto aniversario de la fatídica tragedia de Duisburgo, que culminó con 21 muertos
Es más que una manifestación con mucha gente
, dijo el impulsor Jens Schwan
en favor del bien común y también por el derecho a la paz y al amor para todas las personasFoto Reuters
Domingo 26 de julio de 2015, p. 7
Berlín.
Una manifestación, camiones con potentes altavoces con música electrónica y miles de personas bailando por las calles de Berlín. Niegan ser un revival del trágico Loveparade, pero el Zug der Liebe (El tren del amor) no puede evitar ser comparado con una fiesta que llegó a atraer a miles de personas.
A pesar de estar prevista originariamente para otro día, el destino quiso que el amor
volviera a inundar ayer las calles de la capital alemana un día después del quinto aniversario de la fatídica Loveparade de Duisburgo, que acabó con 21 muertos y más de 500 heridos al quedar atrapados en el túnel de acceso al recinto.
Cerca de 30 mil personas confirmaron su asistencia a través de las redes sociales a un desfile que transcurrió por el barrio de Friedrichshain, en el este de la ciudad.
El tren del amor apela a grandes sentimientos, como humanidad, amor al prójimo y tolerancia
, explicó Jens Schwan, uno de sus organizadores, durante una entrevista con el diario Der Tagesspiegel
Schwan, junto a Martin Hüttmann, llevan semanas afanados en dejar claro que la gente saldría a las calles en favor del bien común y también por nuestro derecho a la paz y al amor para todas las personas
.
Más que diversión
Queremos matar dos pájaros de un tiro
, dijo Schwan. Por un lado, bailar y estar alegres; por otro, llamar la atención sobre todas las cosas que se han torcido últimamente
.
Tras dos años pensando en ello, el detonante que les empujó a ponerlo en marcha definitivamente fueron las manifestaciones del grupo islamófobo Pegida.
En todo momento han marcado distancia con el Loveparade fundada en 1989 por el diyéi Dr. Motte, en Berlín. Es más que una manifestación con muchas gente
, promete su impulsor. Mi sueño es que al final todas las asociaciones participantes consigan nuevos miembros y donaciones
.
Sin embargo, es consciente de que muchos sólo buscan la fiesta. Hay muchos que sólo quieren divertirse y bailar, pero eso no es lo que está detrás de nuestro compromiso
, asegura.
Ahora habrá que esperar para ver si le pasa lo mismo que al Loveparade, que tras llegar a su apogeo en 1999 con 1.5 millones de asistentes, en 2001 perdió su estatus de manifestación política, lo que conllevó que los organizadores tuvieran que afrontar los gastos.
El Loveparade dejó de ser una manifestación acompañada de música en favor de la paz, la intercomunicación entre las naciones y contra el hambre en el mundo para convertirse en una macrofiesta y principal atracción turística de la capital alemana.
Todo un símbolo.
La entrada de un nuevo patrocinador trasladó la gran fiesta, ya convertida en una marca y lejos del espíritu de sus inicios, a la región del Ruhr por un periodo de cinco años hasta su trágico final, que llegó el 24 de julio de 2010.
Ese día cientos de personas que se dirigían al evento en Duisburgo, en el suroeste de Alemania, quedaron atrapadas y aplastadas en un túnel de acceso. En la estampida murieron asfixiados 19 jóvenes. Otros dos perdieron la vida más tarde en el hospital y 500 resultaron heridos. Con ellos murió el Loveparade.