Nairobi.

África está en marcha, afirmó Barack Obama elogiando el espíritu empresarial durante un foro económico en Nairobi, en la primera visita que realiza al país donde nació su padre, desde que es presidente de Estados Unidos.

Quería venir aquí porque África está en marcha. Es una de las regiones que más rápidamente crecen en el mundo, dijo durante la apertura de la reunión internacional de empresarios que se realiza en la capital de Kenia.

La gente sale de la pobreza, los ingresos aumentan, la clase media crece y los jóvenes como ustedes explotan las tecnologías para cambiar la manera en que África hace negocios, agregó.

El discurso sobre el desaliento africano es falso y, de hecho, nunca ha sido verdadero, afirmó el presidente del país, Uhuru Kenyatta.

Ambos mandatarios presidieron posteriormente una reunión en el palacio presidencial, durante la cual el keniano habló de los “numerosos desafíos a los que nos enfrentamos, empezando por el de la seguridad.

Ningún país puede enfrentarse solo a este problema, necesitamos socios, añadió.

En la reunión estaba presente el vicepresidente keniano, William Ruto, investigado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes contra la humanidad.

Desde la llegada de Obama, el viernes por la noche, la capital keniana está sometida a fuertes medidas de seguridad, incluyendo el cierre del espacio aéreo durante el aterrizaje y para el despegue del domingo, cuando viaje a Etiopía.

La principal amenaza es la del grupo yihadista Shebab, afiliado a Al Qaeda y originario de Somalia, responsable del tiroteo en el centro comercial Westgate, de Nairobi, en 2013, el cual dejó 67 muertos; o la masacre en la Universidad de Garisa de abril pasado donde murieron 148 personas.

Estados Unidos es un importante socio de Kenia en materia de seguridad. Las tropas kenianas participan en la misión de la Unión Africana en Somalia (Amisom), donde los drones estadunidenses realizan bombardeos regularmente.

Obama visitó el memorial en recuerdo a las víctimas del atentado de Al Qaeda contra la embajada estadunidense en Nairobi, en 1998, con saldo de 224 muertos.

Rodeado de una decena de supervivientes y de su consejera de Seguridad Nacional, Susan Rice, el mandatario depositó un ramo ante la lista de las víctimas.

Cena familiar

A su llegada el viernes por la noche, Obama fue recibido por Kenyatta y por su hermanastra, Auma Obama, que subió con él a la limusina presidencial ultraprotegida en la que se dirigieron a un hotel del centro de la ciudad para una cena con sus familiares de Kenia.

El país vivía entre tanto una suerte de obamamanía: miles de personas acudieron, ya caída la noche, a ver pasar el vehículo en el que se desplazaba.

La visita del mandatario estaba en la portada de varios periódicos de este sábado. El diario The Standard llevaba en primera plana una foto de Obama saludando a su llegada al aeropuerto con el titular Kenia, aquí estoy.

Por su parte, The Star había seleccionado varias fotografías de los primeros momentos del presidente estadunidense en el país y el Daily Nation habló del momento Obama, llamando a los kenianos en su editorial a inspirarse en el mandatario y aprovechar las oportunidades sin límites que se nos presentan como individuos y como nación.

Es la primera vez que un presidente estadunidense en ejercicio visita Kenia. Estoy orgulloso de ser el primer presidente estadunidense que visita Kenia, tuiteó Obama en su cuenta oficial unas horas después de su llegada.

La visita de Obama, nacido en Hawai de madre estadunidense y un padre keniano, se había visto dificultada hasta ahora debido a que el TPI inculpa a Kenyatta por su presunta implicación en la violencia poselectoral en 2007. Las investigaciones se abandonaron por falta de pruebas.

Los mandatarios abordarán el fin de semana temas como los derechos de los homosexuales, aunque el keniano afirmó que el tema no está en la agenda oficial.