Ominoso negocio
e un tiempo para acá, las autoridades de algunas provincias de Rusia, sobre todo las colindantes con China, alquilan tierras de cultivo y bosques a empresas del vecino gigante asiático, pero la enésima transacción de este tipo devino escándalo en las redes sociales del segmento ruso de la Internet.
Estos son los hechos que hicieron saltar la alarma: el gobierno de Transbaikal, entidad de la Federación Rusa, se comprometió, en un memorando de entendimiento ya suscrito, a entregar en arrendamiento 115 mil hectáreas para uso agropecuario, superficie mayor que el territorio de Hong Kong, al consorcio chino Zoje Resources Investment, el cual podrá disponer de esas tierras a su albedrío durante 49 años.
La empresa china, a cambio, ofreció invertir el equivalente a casi 7 mil millones de pesos mexicanos para desarrollar ahí, con trabajadores tanto traídos de China como contratados en esa parte de Siberia, diversas áreas de producción agropecuaria. Si el proyecto resulta exitoso, tres años después recibiría más tierras hasta llegar a 200 mil hectáreas y, por esa superficie –50 mil hectáreas más grande que la que ocupa el Distrito Federal en México–, las autoridades de Transbaikal cobrarán 70 pesos por hectárea al año, más o menos 8 millones y medio de pesos anualmente por el total de suelo arrendado.
Los denunciantes del escándalo piden a la fiscalía general rusa investigar si acaso un soborno a las autoridades de Transbaikal obró el milagro de establecer la irrisoria suma del arrendamiento, aparte de que están convencidos de que no se corresponden con los intereses nacionales de Rusia la llegada masiva de trabajadores chinos y las nefastas experiencias, en términos de daño medioambiental, de empresas del vecino país asiático en otras regiones rusas limítrofes con China.
Sin embargo, consideraciones políticas de corto plazo determinan que el Kremlin cierre los ojos a este ominoso negocio de las provincias fronterizas y, por medio de varios funcionarios, ya dio luz verde para que continúen alquilando las tierras rusas.
No sorprende que empresas chinas han arrendado en Rusia un total de 600 mil hectáreas, una extensión mayor que la de estados mexicanos como Colima o Aguascalientes. Tan sólo Heilongjiang, provincia del noreste de China con más de 3 mil kilómetros de frontera con Rusia, tiene alquiladas 426 mil 667 hectáreas rusas.
Los proyectos agropecuarios que ofrecen las empresas chinas requieren mucha mano de obra, lo que escasea en Rusia del otro lado de los Urales. El presidente de una corporación con sede en Pekín calcula que, para que las inversiones sean viables, hace falta traer a Rusia unos 25 trabajadores chinos por hectárea.
Pero no sólo los chinos tienen interés en arrendar tierras rusas: Japón comenzó ya negociaciones con los dirigentes de la región de Jabarovsk, Mongolia también pretende hacer lo propio junto a su frontera y, según un estudio de una universidad sueca, un total de 14 países aspiran a alquilar un pedazo del territorio de Rusia.