Los conflictos por los altos cobros en los recibos de la energía eléctrica no han cesado. No se ha regularizado el cobro del servicio conforme la lectura de los medidores y continúan registrándose precios excesivamente elevados, pero lo más grave es que en muchos estados del país se está imponiendo a los usuarios los medidores de prepago, mediante los cuales, al igual que con los teléfonos celulares, se tiene que pagar el servicio por anticipado.

Es decir, tienen que cargar en una tarjeta digital saldo para que puedan tener el servicio y cuando éste se les acaba, para poder volver a tener electricidad, tienen que pagar.

Así lo denunció la Asociación Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (Anuee) en la protesta que llevaron a cabo, integrantes de esta organización frente a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

Los usuarios de diversas colonias de la delegación Iztapalapa, demandaron borrón y cuenta nueva ante los cobros excesivos, tarifas accesibles, mejores contratos, que se pare el cambio de medidores y que se resuelvan las quejas que se han presentado ante la Profeco por los cobros excesivos.

En el mitin señalaron que esta dependencia acumula cientos de expedientes a los cuales no se les ha dado respuesta, y en su mayoría se trata de casos de cobros irracionales e impagables para los usuarios. Exigieron a las autoridades que bajen los costos de la energía eléctrica, ya que los recibos se han disparado en varias colonias de la delegación.

El mitin se trasladó posteriormente a la sede de las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ubicadas en Río Ródano, por lo que se fueron en marcha hasta estas instalaciones, cargando sus pancartas en las que piden la intervención de las autoridades para resolver este conflicto, así como un nuevo esquema de cobro del servicio.

En la movilización argumentaron que desconocen las tarifas que se están aplicando para el servicio de energía eléctrica, así como los incrementos que han tenido éstas desde la desaparición de Luz y Fuerza del Centro. Señalan que para muchos hogares estos cobros locos significan una carga excesiva en el gasto familiar, ya que al reclamarlos, en la CFE y la Profeco sólo argumentan que se tienen que pagar y se ofrece un plan para que se liquiden los adeudos a varios meses, pero no hay una solución en favor de los usuarios.