En México, más de 700 mil jóvenes menores de 29 años no saben leer ni escribir.

Alfredo Llorente Martínez, director general del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), informó que entre 20 y 25 por ciento de los 3.1 millones de analfabetos localizados por mapeo en gran parte del país tienen entre 15 y 29 años de edad.

Aseguró que tras una labor minuciosa de revisión de los padrones de Progresa, IMSS-Solidaridad y del propio INEA, podemos proporcionar a los coordinadores de zona, que es la figura más cercana a la comunidad, el nombre, apellido y dirección de estas personas.

Como resultado de esta labor, indicó, se identificaron 3.1 millones de personas que no saben leer ni escribir.

La principal característica de este sector de la población, dijo, es que son mujeres en más de 60 por ciento. El nivel de edad es muy variable, aunque hay una prevalencia de personas mayores de 60 años.

Factores ligados al agrafismo

Tras señalar que el analfabetismo va muy ligado con la marginación, destacó que quienes están en esta condición no tienen un ingreso fijo y enfrentan problemas de acceso a otros derechos fundamentales, como la salud, nutrición y precariedad en la vivienda.

En entrevista, luego de la firma de un convenio de colaboración con el Centro Laboral Mexicano, enfatizó que no saber leer y escribir, más que atribuible a los fenómenos magisteriales, se explica principalmente por la marginación a que está asociado.

Indicó que hay más analfabetismo en los estados que tienen mayores índices de pobreza. Es el caso no sólo de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, también en regiones de Veracruz y estado de México.

Agregó que la cifra oficial de quienes no saben leer ni escribir es de 5.4 millones, de los cuales se han localizado 3.1 millones, mientras los otros 2.3 millones “aún son materia de trabajo por nuestra parte, para tratar de concluir el mapeo”.

Por lo que respecta al presupuesto 2016, que deberá diseñarse con un nuevo marco administrativo denominado base cero, afirmó que se trata de un esfuerzo dirigido a racionalizar los programas gubernamentales, a evitar duplicidades en las acciones que lleva a cabo el gobierno, pero en el caso de la educación para adultos es la única institución que se encarga de esta tarea. Por ello, estimamos que no habrá afectación con la nueva estrategia de carácter presupuestal. El INEA no tendrá mayores problemas en la materia.

Llorente Martínez, quien consideró decisión de Estado la restructuración del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (Ieepo), a la que calificó de afortunada, señaló que solicitarán un presupuesto muy cercano al otorgado en 2015, de alrededor de 3 mil millones de pesos, que permitirán alcanzar la meta sexenal de atender a 7.5 millones de personas en rezago educativo, de las cuales 2.1 millones son analfabetas.