Los resultados de la medición de la pobreza en el país 2012–2014, que reflejarán las políticas sociales del gobierno de Enrique Peña Nieto, reportarán un incremento de mexicanos en esa condición, ya que los ingresos de las familias no se han visto mejorados.

El próximo 23 de julio el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presentará el informe de la medición multidimensional de la pobreza correspondiente a los dos primeros años del actual sexenio.

En su informe anterior, del periodo 2010-2012, el consejo reportó que 45.4 por ciento de la población –53.3 millones de mexicanos– estaba en pobreza y 9.8 por ciento –11.5 millones–, en pobreza extrema. En cuanto a ingresos, señaló que 52.3 por ciento de la población –61.4 millones– se encontraba en pobreza por este indicador; de ellos, 23.1 millones no tenían recursos para adquirir la canasta básica alimentaria.

La insuficiencia de ingresos de la población se acentúa a partir de 1992, desde el cual éstos no han crecido y la pobreza no ha disminuido, pese al incremento en coberturas básicas de educación, vivienda y salud, señaló el Coneval en el balance de la política de Desarrollo Social 2014.

En el documento, divulgado a fines de 2014, advirtió que ni el crecimiento económico –1.2 por ciento en promedio anual per cápita entre 1993 y 2013– ni múltiples programas presupuestales que buscan generar ingresos en las familias fueron suficientes para reducir la pobreza, y las percepciones salariales han perdido poder adquisitivo en relación con el valor de la canasta alimentaria.

Precisó que tan sólo desde 2007 el precio de los alimentos se ha elevado más que la inflación promedio, y desde 2000 el salario mínimo real ha estado prácticamente sin cambio.

Ahora, la pobreza por ingresos podría afectar a 62 o 63 millones de personas, uno o dos millones más que en la medición anterior. Lo que veremos es que para limitar el avance de pobres, cada vez son necesarios mayores recursos al gobierno, pero con un ajuste presupuestal en 2016 esto se puede volver complicado, sostuvo José Luis de la Cruz, investigador del Instituto Tecnológico de Monterrey.

En la pobreza multidimensional que mide el Coneval, la cual incluye además de ingresos los llamados derechos sociales (salud, alimentación, educación, seguridad social, calidad de la vivienda y servicios en la vivienda), se prevé que la cifra se mantenga en 53 millones de personas. Pero, agregó, habrá mayor pauperización por ingresos, lo que significa que la economía tiene tan mal desempeño que habrá un aumento de mexicanos en esa condición.

También, Gerardo Franco, representante en México de Rimisp-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, consideró que el tema de ingresos va a generar que la pobreza crezca en términos globales. El determinante básico será ése. En los ingresos es más difícil de identificar un único responsable, pues están el manejo de la economía y las crisis internacionales, entre otros factores.

Consideró que habría mejoría en indicadores de los derechos sociales, lo cual ayudará a que las cifras de pobreza no crezcan demasiado, pero mientras no exista una política pública que permita a los pequeños productores rurales vincularse a mercados de ciudades intermedias y así mejorar su ingreso, la inversión en capital humano –con mejores niveles de nutrición y acceso a la educación– no se verá reflejada en ese indicador.

Apuntó que está pendiente el tema de quienes viven en pobreza estructural, es decir, quienes llevan décadas sin acceso a educación, drenaje, ni seguridad social. Hay una pobreza crónica; independientemente de los avances positivos, sigue existiendo.

Esta es la medición de la pobreza que refleja a esta administración. La anterior de 2012 fue como entregó el PAN el país; esta reflejará, con los mismos asegunes de crisis económicas, al gobierno mexicano, explicó.