n sus orígenes, el futbol (soccer) en Estados Unidos recurrió a leyendas como Pelé –recién operado otra vez– y Franz Beckenbauer. Cuarenta años después, ya como MLS, repiten la fórmula de fichar astros para atraer la atención de los aficionados.

Y en este año se puede decir que cuentan con mejores figuras que la liga mexicana. Mientras la MLS firmó a futbolistas como Steven Gerrard, David Villa, Frank Lampard y Andrea Pirlo, en nuestro balompié el torneo se convirtió en la Liga Mx-Sudamericana.

Qué no darían los fanáticos nacionales por tener en nuestras canchas a esos astros, que si bien ya vieron pasar sus mejores años, todavía tienen mucho futbol en sus botines. El balón no pide acta de nacimiento y esos cracks lo acarician como si tuvieran guantes en los zapatos.

Mención especial merece Giovani dos Santos, cuya transferencia se confirmó esta semana al Galaxy de Los Ángeles. Para aquellos que sólo ven el lado bueno de estar en Europa, dirán que es un retroceso patear la pelota en canchas gringas.

Sin embargo, habría que valorar qué aprendizaje pudo tener Gío militando en equipos de media tabla española, que ni siquiera sueñan con ser campeones y ante Barcelona y Real Madrid sólo aspiran a que la goleada no sea de escándalo.

El mayor de los hermanos Dos Santos fue formado en la cantera blaugrana, pero en la delantera titular del primer equipo sólo tienen cupo los mejores jugadores de Argentina, Brasil y Uruguay.

Muchos critican que dejó Europa por un contrato de unos 5 millones de dólares anuales –como si no se tratara de un deportista profesional–, pero jugar en el Villarreal no es mucho mejor que hacerlo en el Galaxy.

En contraparte, la mayoría de los equipos de la (mal llamada) liga mexicana estará saturada por elementos sudamericanos, de mediano nivel por supuesto. Con las nuevas reglas que los dueños del balón se han permitido, los clubes tendrán un promedio de ocho o nueve jugadores del cono sur. Y podrían alinear todos al mismo tiempo, con lo que el futbolista local estará limitado a posiciones como portería, defensa lateral y medio de contención.

Los puestos claves, la columna vertebral de los equipos, el poder ofensivo, será para los refuerzos, con todo lo que ello ocasionará –todavía más– en la debilitada selección nacional.

Y cuando parecía que el destino de Javier Hernández también estaba del otro lado del río, sorpresivamente el técnico Louis van Gaal le abrió la puerta del Manchester United. Ya sin Radamel Falcao ni Robin van Persie, el Chicharito podrá pelear un puesto en el cuadro titular.

El que también tendrá un nuevo aire es el defensa Diego Reyes. En el Porto le dieron algo de fogueo y sobre todo lo metieron al trabajo de gimnasio para que el delgado zaguero pueda competir con delanteros recios, y ahora podrá tener actividad con Real Sociedad. Una ventaja es que Carlos Vela es uno de los consentidos del cuadro de San Sebastián.

El que sigue en el aire es Raúl Jiménez. Se quedó sin el Atlético de Madrid, no tuvo cupo en el Porto y ahora se habla de que podría ir al Granada. Y aquí surge la misma pregunta que con Gío: ¿es mejor jugar en el Granada, en la MLS o en un equipo grande del futbol mexicano?

En tanto, el duopolio televisivo que controla el balompié sufrió un nuevo revés. Se daba por hecho la firma de Dorados de Sinaloa con Televisa, pero tuvo una mejor oferta de dónde menos se esperaba: TVC Deportes.

Descendieron los Leones Negros, que eran transmitidos por ESPN, pero el nuevo equipo benjamín optó también por la señal restringida y se une así a Pachuca y León (Fox Sports), con lo que los clubes del máximo circuito se siguen librando del duopolio que los firmaba a su gusto y beneficio.

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