Bogotá.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejaron este domingo en libertad al subteniente Cristian Moscoso Rivera, de 26 años, a quien tenían retenido desde hace 12 días tras un combate, y ordenaron a todas sus unidades poner en marcha un nuevo cese el fuego unilateral a partir de las cero horas de este lunes 20 de julio.

Moscoso cayó en manos de guerrilleros el 7 de julio en una refriega en la selva del sureño departamento de Putumayo, cuando el ejército evitó un ataque de las FARC contra camiones cisternas que transportaban petróleo. Un soldado murió y dos militares sufrieron heridas.

El presidente Juan Manuel Santos confirmó en su cuenta de Twitter la liberación del militar tras una operación humanitaria que empezó este sábado con el envío de dos helicópteros y en la que participó el Comité Internacional de la Cruz Roja –como ha ocurrido en anteriores entregas de secuestrados–, así como delegados de Cuba y Noruega, países garantes del proceso de paz.

Santos agregó que el subteniente se encuentra en buenas condiciones, aunque será trasladado a Bogotá para exámenes médicos en el Hospital Militar Central

El gobierno y las FARC, que negocian en La Habana desde noviembre de 2012, acordaron el pasado 12 de julio agilizar las conversaciones para llegar a un alto el fuego bilateral y definitivo.

Según un documento revelado ese día, el gobierno se comprometió a reducir las acciones militares contra las FARC a partir del 20 de julio, en coincidencia con la entrada en vigor de un cese del fuego unilateral de un mes que la guerrilla declaró el 8 de julio.

Los negociadores señalaron que esperan contar con el apoyo de la Organización de Naciones Unidas y de la Unión de Naciones Sudamericanas para aplicar un sistema de seguimiento y verificación de la tregua. Los avances para llevar adelante ese sistema deberán ser evaluados dentro de cuatro meses, según las partes.

Las FARC iniciaron en diciembre pasado un cese unilateral al fuego, que levantaron en mayo a raíz de bombardeos de la fuerza aérea gubernamental, que ese mes dejaron 40 guerrilleros muertos.

El gobierno había suspendido los bombardeos en marzo, pero ordenó reanudarlos en abril cuando un ataque guerrillero dejó 11 militares muertos, en momentos en que las FARC aún mantenían el compromiso del alto el fuego.

Este domingo las FARC ordenaron a sus unidades cesar toda acción ofensiva contra las fuerzas armadas del Estado y la infraestructura pública y privada a partir de las cero horas del lunes, iniciativa que esperan sea estimada y valorada por las autoridades, señalaron en un comunicado.

No obstante, el equilibrio para lograr la paz sigue siendo frágil. La insurgencia advirtió que ninguna unidad de las FARC está obligada a dejarse golpear por fuerzas enemigas y tendrá todo el derecho al ejercicio de su legítima defensa en caso de ataque.

Si el grupo rebelde no cumple su tregua y no hay avances sustanciales en definir qué tipo de justicia se aplicará a los guerrilleros, el proceso de paz se esfumará en definitiva, advirtió Santos.