Durante la administración del gobernador priísta Aristóteles Sandoval, que empezó en marzo de 2013, 111 servidores públicos de Jalisco han sido asesinados. El caso más reciente fue el de Óscar González, comandante de la Fiscalía General del Estado (FGE), cometido el viernes pasado, dio a conocer el fiscal, Eduardo Almaguer.

En entrevista colectiva ayer en Guadalajara, durante un homenaje póstumo a González, el fiscal anunció que volverán a aplicarse en Jalisco las llamadas volantas (retenes móviles y redadas en centros nocturnos), que se suspendieron al iniciarse el gobierno de Sandoval.

La mayoría de los asesinatos de burócratas fueron perpetrados en la zona metropolitana de Guadalajara, con 46 casos, y el resto en otros municipios. Entre los más notorios está el del secretario de Turismo, José de Jesús Gallegos, cometido el 9 de marzo de 2013 en la avenida Acueducto de Guadalajara.

Júnior impune

Sergio Miguel Martín Castellanos aseguró que él y su familia han sido hostigados y amenazados después de que Roberto López Rivera, hijo del secretario de Gobierno de Jalisco, Roberto López Lara, lo agredió y amagó con una pistola en abril. Señaló que pese a que presentó y ratificó la averiguación previa 2013/2015, el acusado, a quien apodan La Parca, no ha sido sancionado.

El propio López Lara reconoció el mes pasado que reprendió a su hijo por lo sucedido, pero evitó explicar por qué va armado. Lo reprendí como todo padre debe hacerlo. No es un tema de trascendencia. Me puse en comunicación con la familia. El papá del muchacho (el criador de caballos Sergio Miguel Martín Castellanos) es amigo personal y hemos tenido comunicación, dijo.