Destaca puntos ciegos que permitieron el escape del capo
Domingo 19 de julio de 2015, p. 5
Interrogantes sobre la espectacular fuga de Joaquín El Chapo Guzmán persisten pese a las explicaciones que dio esta semana el gobierno sobre cómo logró esfumarse por segunda vez de una cárcel de máxima seguridad.
Expertos en seguridad y conocedores del penal, como el general Jorge Carrillo Olea, han expresado múltiples dudas sobre las explicaciones oficiales.
A mediados de la década de 1980, el general Carrillo, ex director y fundador del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), participó en el diseño del penal de máxima seguridad El Altiplano y en una entrevista con la Afp abunda en las dudas sobre la fuga del pasado 11 de julio.
Razones de intimidad
Según el gobierno, la cámara instalada en la celda que ocupaba El Chapo tenía dos puntos ciegos
por razones de intimidad, uno en la ducha y otro en la letrina.
A Carrillo le parece extraño el argumento de la intimidad. Los puntos ciegos de la cámara no estaban en el diseño
original.
El experto en seguridad no sabe cuándo cambió esa regla, pero sí asegura que durante varios años no había instante en la vida del recluso, fuera el que fuera, que no estuviera siendo grabada
por una de las 750 cámaras de la cárcel.
Principio de no permanencia
Autoridades del penal dijeron a una periodista de Afp que El Chapo ocupó la misma celda desde que fue capturado en febrero de 2014.
Los protocolos de la vida interna del penal tampoco se cumplieron, uno de ellos es que la ubicación de un recluso en una celda es aleatoria y no permanente
, deberían ser reubicados cada mes cuando mucho, afirma Carrillo.
Urbanización descontrolada
El Altiplano fue construido en el municipio de Almoloya de Juárez, a 90 kilómetros de la capital, porque allí no había nada
, rememora Carrillo.
Se fijó un polígono a su alrededor de 2 kilómetros donde no podía haber nada
, pero al paso de los años se violó el principio de la no ocupación de ese espacio
.