Washington.

El presidente estadunidense, Barack Obama, defendió el reciente acuerdo nuclear con Irán y pidió ignorar los argumentos perturbadores y con frecuencia deshonestos de sus críticos.

Sin este convenio arriesgaríamos otra guerra en esta región, la más volátil del mundo, advirtió el mandatario en su programa radial semanal.

Este acuerdo pone la bomba todavía más lejos del alcance de Irán, imponiéndole la prohibición para siempre de poseer un arma atómica, agregó.

Los congresistas estadunidenses disponen de 60 días a partir de la presentación oficial al Congreso de los documentos negociados en Viena para aprobar o rechazar el convenio.

Obama deberá convencer al menos a un tercio del Congreso, controlado por sus rivales republicanos, opuestos a todo compromiso con Teherán, para que no impida la suspensión de las sanciones estadunidenses, prometida por Washington como contrapartida a las concesiones iraníes.

El acuerdo fue alcanzado el martes en Viena entre Teherán y las grandes potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania).

El arrogante Estados Unidos

En tanto, el líder supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei, declaró que el convenio alcanzado no cambiará la postura de su país hacia el arrogante Estados Unidos, ni el apoyo de Teherán a los gobiernos amigos de la región, en una ceremonia celebrada con motivo de la oración del Eid al Fitr, que simboliza el fin del mes musulmán del Ramadán o ayuno.

Las políticas de Estados Unidos en la región se oponen 180 por ciento a las de la República Islámica de Irán, afirmó Jamenei. “Se apruebe o no ese texto, no desistiremos de apoyar a nuestros amigos de la región. La nación palestina oprimida, Yemen, Siria, Irak, Bahrein, los honestos mujaidín de la resistencia en Líbano y Palestina gozarán de nuestro apoyo constante.

Hemos repetido en muchas ocasiones que no mantenemos ningún diálogo con Estados Unidos sobre cuestiones internacionales, regionales o bilaterales. A veces, como en el caso nuclear, hemos negociado con ellos en función de nuestros intereses, subrayó.

Jamenei elogió el trabajo llevado a cabo por los negociadores, quienes “trabajaron duramente.

Sea aprobado o no el convenio en el proceso legal previsto, merecen una recompensa, aseveró. Agregó que el texto producto de las negociaciones aún debe recibir aprobación legal.

De acuerdo con una norma aprobada recientemente por los legisladores, el Parlamento iraní debe aprobar el acuerdo, a semejanza del procedimiento previsto por el Congreso de Estados Unidos.

También debe autorizarlo el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, dependiente del líder e integrado por los más altos dirigentes políticos y militares.