Fin a la historia de la izquierda en el GDF
Surge alianza de la nueva tribu de los Woldis con los Chuchos
a historia de la izquierda en el gobierno de la capital de México terminó el jueves pasado con la inclusión de un grupo de personajes al gabinete de Miguel Ángel Mancera, que poco o nada tienen que ver con esa ideología. Se trata de personas que hace rato arrumbaron sus ideales filosóficos o que nunca han tenido que ver con movimientos o ideas cercanas a la izquierda.
Era previsible, pero poco creíble. Los votos que recogió Mancera para convertirse en jefe de Gobierno tuvieron un origen ajeno, en buena parte, al trabajo del que entonces era candidato, es decir, al propio Mancera. El arribo de Cuauhtémoc Cárdenas mediante el voto, el peso político de Andrés Manuel López Obrador, la labor de Marcelo Ebrard, la decepción de mucha gente por los pésimos gobierno del PRI y el PAN y, desde luego, la labor de la militancia de la izquierda de verdad en la ciudad, significaron el mayor porcentaje de los sufragios en su favor.
No obstante, Miguel Ángel Mancera decidió que al contrario de los gobiernos que lo antecedieron, él sí acompañaría al habitante de Los Pinos, de signo contrario a la voluntad política que lo encaramó en la jefatura de Gobierno, en buena parte de su accionar. Así, su cercanía a Enrique Peña Nieto y la ausencia de una postura crítica frente al trabajo de la admnistración federal, cuando menos, se empezó a interpretar como la sumisión del poder político de la izquierda en el DF a la fuerza de las imposiciones de la derecha priísta de la Presidencia de la República.
De cualquier forma, la diferencia que resistía al contagio era la bandera enhiesta de la izquierda ondeando en el discurso de la jefatura de Gobierno, que ahora, después de los cambios, se arrió porque ya no es sostenible, porque es impensable que camine por la izquierda, porque la historia ha terminado, cuando menos por el momento, y la derecha, esa a la que llaman de centro, se apoderó del gobierno de la ciudad de México.
Una nueva tribu, a la que se conoce entre los miembros de este gabinete y del que se fue como los Woldis, que coló a Ciro Murayama en el Instituto Nacional Electoral y que tiene como uno de sus imanes a Isaac Chertorivsky, quien hizo que el gobierno de Miguel Ángel Mancera colocara a Salomón, del mismo apellido, al frente de la Secretaría de Desarrollo Económico del GDF, se alió con los Chuchos para impulsar a Patricia Mercado a la jefatura de Gobierno de esta ciudad.
Esta nueva tribu, cuyos miembros fueron alguna vez militantes del propio PRD trabajó durante meses para convencer a Mancera de que la Secretaría de Gobierno tendría que ser para Patricia Mercado, a quien, previo a su designación, candidateaban para convertirla en delegada de Iztapalapa, lo que la obligaría a dejar la Secretaría del Trabajo, pero fracasaron.
Patricia Mercado, cuyo antecedente de labor política previo a su designación como secretaria del Trabajo, fue el apoyo que le prestó a una precandidata a la Presidencia de la República por el PAN, y que se autocalifica ahora como mujer de izquierda, se siente más que cómoda en la derecha, con la que ha recorrido casi todas sus aventuras políticas, menos sus inicios, cuando se supone militaba del lado del trotskismo, del que ya no se acuerda, dicen algunos de sus colaboradores.
Ahora ya sabemos que los análisis que realizó Isaac Chertorivsky, el estratega
de Carlos Salinas, hoy incrustado en el gobierno de Miguel Ángel Mancera, a todos o casi todos los programas de gobierno, mediante largas entrevistas –a veces hasta de tres horas– a los miembros del gabinete del GDF, no sirvieron para nada, porque Miguel Ángel Mancera fue quien decidió el futuro, sin tener en cuenta las opiniones de la cabeza del grupo de los Woldis, quien, nos aseguran, no meterá las manos en el gobierno de Mancera. ¿Será?
De pasadita
Sólo que sea por eso. Para mucha gente el nombramiento de Amalia García como secretaria del Trabajo no tiene explicación. Los argumentos son de todo tipo, pero los sanguinarios la colocan como experta en fuga de reos, a ella se le escaparon 53 de la cárcel de Cieneguillas, en mayo de 2009, cuando era gobernadora, pero entonces habrá que reubicarla, ¿o no?