Jueves 16 de julio de 2015, p. 12
El gobierno federal enfrenta una gran contradicción
en la aplicación de la reforma educativa y la evaluación de los docentes. Por un lado reconoce la importancia de la educación para alcanzar el bienestar, pero también sabe que a un pueblo educado no se le puede mentir. Por eso busca responsables de fallas en el sistema educativo y encontró a los maestros, afirmaron Enrique Calderón Alzati y Hugo Aboites, especialistas en la materia.
Al participar en un encuentro con profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), alertaron sobre la necesidad de construir una evaluación alternativa, democrática, horizontal, que no busque castigar a quienes son los principales motores del cambio educativo, los docentes
.
También llamaron a reflexionar sobre nuevas formas de organizar la protestas sociales. Si hiciéramos una consulta nacional para que los ciudadanos pudieran responder cómo mejorar la educación, y decidir si la opción es evaluando a los profesores o al sistema educativo en su conjunto, con todo lo que está sucediendo la población mexicana nos daría la razón
, afirmó Calderón Alzati.
Hugo Aboites, rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), enfatizó que ante la imposición de un esquema de evaluación que busca detectar a aquellos que son considerados inservibles o no idóneos, se requiere construir una evaluación alternativa, con una visión distinta, desde abajo y con la participación de todos
.
Recordó que la evaluación que se busca aplicar en México, es una interpretación de un concepto que nació en el siglo XIX, y que se aplicó en Estados Unidos para descartar a aquellos que son considerados inservibles. Es en realidad una lucha de clases
.