Washington.

La presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, defendió un alza de las tasas directrices este año en Estados Unidos, pese a incertidumbres económicas vinculadas con Grecia o China.

Durante una comparecencia en el Congreso, la responsable del banco central estadunidense dijo que la economía de ese país es capaz de soportar tasas de interés más altas. No vamos a subir las tasas si creemos que va a llevar a la economía a una recesión. Subiremos las tasas porque creemos que la economía es lo suficientemente fuerte y es apropiado tener tasas más altas para cumplir con los objetivos que nos ha puesto el Congreso, expuso.

Si la economía (estadunidense) evoluciona según lo previsto, la situación justificará en algún momento del año un aumento de las tasas federales y comenzar a normalizar la política monetaria, indicó Yellen en un discurso. Evitó dar una fecha precisa para el alza, pero reafirmó que tendría lugar antes de que termine 2015, pese a algunas voces discordantes.

La Fed mantiene desde 2008 sus tasas directrices cerca de cero para estimular la economía, pero proyecta ahora elevarlas a medida que la actividad económica en Estados Unidos mejore y se acerca a sus dos objetivos: el pleno empleo y una inflación anual de 2 por ciento.

Los mercados esperaban una primera alza en junio, pero algunos indicadores, como la extremada debilidad de la inflación anual estadunidense (0.2 por ciento en abril), llevaron a la Fed a ser más prudente.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) llamó en junio a la Fed a esperar a la primera mitad de 2016 para cambiar el rumbo monetario. Más recientemente, el premio Nobel de Economía Paul Krugman aseguró el lunes que la economía estadunidense podría conocer una nueva década perdida si se suben las tasas demasiado pronto.

En su discurso del miércoles Yellen juzgó sin embargo que, salvo que ocurra un acontecimiento excepcional, las condiciones para un aumento de las tasas estarán pronto reunidas. Según la funcionaria, el mercado de trabajo está en buena dirección, a pesar de algunas debilidades, y la inflación anual debería subir progresivamente, en línea con el incremento de los precios mundiales del petróleo. Las perspectivas auguran nuevas mejoras del mercado de trabajo en Estados Unidos y de la economía en general, resumió Yellen.

Tras el estancamiento económico del primer trimestre, cuando la actividad se contrajo 0.2 por ciento, el crecimiento debería registrar una expansión moderada en el segundo trimestre, estimó Yellen, que advirtió de todas formas sobre algunas incertidumbres.

En el ámbito interno, la presidenta de la Fed apunta a algunas debilidades persistentes en el mercado laboral, como el hecho de que todavía demasiada gente se mantenga desalentada, fuera de la población económicamente activa.

En junio la tasa de desempleo, que considera solamente a quienes buscan activamente un puesto, cayó dos décimas de punto, a 5.3 por ciento. La actividad en el sector inmobiliario, deprimida desde la crisis financiera de 2009, se mantiene limitada por una restricción de las condiciones del crédito para eventuales compradores, subrayó Yellen.

Por otro lado, la Fed informó en su libro beige que la producción fabril en Estados Unidos no mostró avances en junio por segundo mes, en un informe que podría aumentar las preocupaciones de que la economía haya perdido cierto impulso hacia el final del segundo trimestre.

Pero lo que más parece preocupar a la dirigente es el terreno internacional. La situación en el extranjero en particular hace pesar algunos riesgos sobre la economía estadunidense, indicó. La situación en Grecia, que alcanzó el lunes un preacuerdo con sus acreedores europeos para un nuevo plan de ayuda, se mantiene difícil, pese a la recuperación en el conjunto de la zona euro, indicó Yellen. Además, China sigue debatiéndose con los desafíos que le plantean una deuda elevada, un mercado inmobiliario débil y condiciones financieras volátiles, señaló. La próxima reunión del comité de política monetaria de la Fed está prevista para el 28 y 29 de julio.