Desde 2006 el Hospital Infantil de México Federico Gómez ha atendido a 70 menores
Es aplicable cuando los medicamentos no funcionan, así como en malformaciones vasculares en niños
Dos o tres horas después del procedimiento quirúrgico el paciente puede regresar a su casa
Martes 14 de julio de 2015, p. 32
Tumores en el cerebro de difícil acceso para una cirugía y tratamientos convencionales, malformaciones vasculares y epilepsia que los medicamentos no logran controlar y afectan a los niños, pueden tener una solución en la radiocirugía. Son rayos láser que evitan los cortes y perforaciones del cráneo. Al término del procedimiento, el paciente puede ir a su casa en las siguientes dos a tres horas.
En instituciones públicas, el procedimiento únicamente se realiza en el Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG). Desde 2006, el equipo de especialistas en radiocirugía ha atendido a 70 menores de edad con alguno de estos males.
Heynar Pérez, jefe de Radioterapia del nosocomio, explicó que la técnica está indicada para destruir células o áreas dañadas de no más de cuatro centímetros. Tiene la ventaja de que se dirige específicamente a la zona del cerebro que se encuentra dañada y destruye sólo estas células malignas.
En conferencia de prensa, Fernando Chico Ponce de León, jefe de Neurocirugía del HIMFG, comentó que los tumores del sistema nervioso central equivalen a 20 por ciento de los cánceres que se presentan en la infancia. Por su frecuencia, ocupan el tercer lugar después de las leucemias y los linfomas, señaló.
El concepto de radiocirugía surgió en el mundo entre 1952 y 1953 del siglo pasado con el doctor Lars Leksell, en Suecia. En 1995 la técnica llegó a México y es utilizada en hospitales de alta especialidad para el tratamiento de males como los mencionados y otros en los adultos, mientras el HIMFG se hace cargo de los pacientes pediátricos.
Explicó que con apoyo de estudios de imagen por resonancia magnética y tomografía, los especialistas ubican con precisión la zona a la que debe llegar el haz de radiación. Se ubica el núcleo de las células malignas o dañadas y con el rayo láser se destruye el ácido desoxirribonucleico (ADN) y con ello la capacidad de reproducción celular de tumores y malformaciones vasculares.
Comentó que el proyecto de crear la unidad de radiocirugía en el HIMFG surgió desde principios de siglo, cuando Romeo Rodríguez Suárez era director del nosocomio, por las ventajas que ofrece para el control de estos males, con un mínimo de riesgos y complicaciones para los pacientes.
El especialista recordó el caso de Alejandro, un niño que fue operado con radiocirugía cuando tenía tres años de edad, a causa de un craneofaringioma, un tumor poco frecuente. Antes había sido sometido a cinco intervenciones quirúrgicas tradicionales, sin lograr controlar la neoplasia.
Actualmente el niño tiene 10 años de edad. Sigue siendo paciente del HIMFG y hasta ahora el padecimiento está controlado, comentó Chico Ponce de León.
Respecto de los tipos de epilepsia susceptibles a ser tratados mediante radiocirugía, indicó que entre 5 y 10 por ciento de los enfermos no responden a los tratamientos farmacológicos y son los que podrían ser candidatos al tratamiento que ofrece esta técnica.
La radiocirugía mediante emisión de fotones es una herramienta adicional con la que cuentan los médicos para el abordaje de problemas complejos. El siguiente paso está en el uso de protones, señaló Heynar Pérez. Los rayos emitidos con este tipo de partículas tienen una mayor eficacia y menos afectación de las áreas aledañas.
El experto comentó que los protones se utilizan desde los años 80 en Europa y Estados Unidos con muy buenos resultados. El problema es su alto costo, pero ese es el futuro, indicó.